Washington, 27 sep (dpa) – Pese a las acusaciones de abuso sexual en su contra por parte de varias mujeres, el candidato del presidente estadounidense Donald Trump a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, aseguró hoy que no se dejará intimidar y ratificó su intención de ocupar el cargo.
«Podrán ganarme en la votación final, pero no van a hacer que me rinda», dijo Kavanaugh, de 53 años, visiblemente enojado durante su declaración ante el comité del Senado que investiga el tema, en donde por momentos lloró y debió interrumpir su alocución.
«Este intento de dos semanas (de acusarlo) ha sido un golpe político calculado y orquestado», dijo Kavanaugh. «Esto ha destruido mi familia y mi buen nombre».
«Niego la acusación inmediata, categórica e inequívocamente. Las cuatro personas (presentes) supuestamente en el hecho (…) han dicho que no recuerdan tal hecho», agregó. También calificó los acontecimientos en torno a la nominación como una «desgracia nacional».
Y en una rara jugada para un candidato a la Corte Suprema, el juez criticó a los miembros demócratas del comité y habló de un «frenesí de la izquierda».
La senadores republicanos contrataron a un fiscal externo para que conduzcan sus preguntas. Los opositores demócratas hicieron las preguntas ellos mismos y las partes se alternaron las preguntas cada cinco minutos, en un mecanismo inusual.
Gran parte de las preguntas estuvieron dirigidas a los hábitos de bebida de Kavanaugh en la escuela secundaria. El candidato negó que su consumo de alcohol fuera excesivo.
El nombramiento de los jueces de la Corte Suprema en Estados Unidos tiene gran peso político, porque los magistrados constituyen la última instancia de decisión en cuestiones sociales fundamentales.
Los jueces, que son vitalicios, son propuestos por el presidente, y el Senado debe confirmarlos en el cargo. El caso de Kavanaugh es especialmente importante porque su nombramiento inclinaría la balanza a favor de los conservadores en el tribunal durante muchos años.
La oposición demócrata objeta su designación y exige una investigación en profundidad de las acusaciones en su contra.
Christine Blasey Ford, profesora de psicología, acusa a Kavanaugh de haber intentado violarla en 1982 durante una fiesta estudiantil. Hoy, la mujer reiteró ante el comité del Senado que está segura de que fue el jurista quien la atacó.
Ford luchó por contener las lágrimas mientras leía su declaración. «Tengo miedo. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico contarles lo que me pasó cuando Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria», expresó tras contar que en las últimas semanas recibió amenazas que la obligaron a ella y a su familia a permanecer en su casa.
Ford admitió que había algunos detalles confusos sobre el presunto asalto, en el que dijo habían estado involucrados Kavanaugh y otro joven, pero dijo que estaba contando los hechos tal como podía recordarlos. La mujer relató recordar todavía cómo ambos se reían a sus expensas.
Dijo además que temió ser asesinada accidentalmente cuando, según su relato, Kavanaugh cubrió su boca para evitar que gritara. «Esto fue lo que más me horrorizó, y que tuvo el impacto más duradero en mi vida». Dijo que como resultado ha sufrido ansiedad y fobias.
Consultada por el comité del Senado si podría haber confundido a Kavanaugh con otro hombre, Ford, de 53 años, respondió: «Definitivamente no».
Chuck Grassley, presidente de la junta, se disculpó al comienzo de la sesión con Ford y Kavanaugh por lo que les había sucedido desde que se conocieron las acusaciones, ya que ambos y sus familias han estado expuestos a amenazas desde entonces.
Luego criticó a la vicepresidenta del comité, la senadora demócrata Dianne Feinstein, de haber retenido la carta de Ford sobre las acusaciones a la bancada republicana. Feinstein respondió después que había mantenido la confidencialidad hasta que Ford estuviera lista para hacerla pública.
La audiencia busca determinar la credibilidad de Ford, pero no constituye un proceso judicial y forma parte del proceso de nominación de Kavanaugh. «Esto no es un juicio para la doctora Ford. Es una entrevista de trabajo para Kavanaugh», dijo Feinstein, la demócrata de más alto rango en el comité judicial.
La audiencia es un campo de disputa entre republicanos y demócratas. Éstos impulsan más investigaciones y un freno al proceso de nominación, mientras que los republicanos insisten en nominar a la corte a Kavanaugh, un conservador acérrimo.
En las afueras de la audiencia concurrieron manifestantes que apoyan a Kavanaugh y otros a Ford. «Creemos en la doctora Blasey Ford», rezaba un cartel, mientras que otro pedía a los senadores «confirmar a Kavanaugh».
El partido republicano agendó una votación sobre el tema para el viernes. En caso de contar con una aprobación, la nominación pasaría al pleno del Senado como temprano el martes de la semana que viene.
«El juez Kavanaugh mostró a Estados Unidos exactamente por qué lo nominé. Su testimonio fue poderoso, honesto y fascinante. La estrategia de búsqueda y destrucción de los demócratas es vergonzosa y este proceso ha sido una farsa y un esfuerzo total para demorar, obstruir y resistir. El Senado debe ¡votar!», escribió Trump en la red social Twitter.
Por los corresponsales de dpa (dpa)