Oviedo, 4 nov (EFE).- El presidente del Principado, Javier Fernández, ha descartado hoy la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas -las terceras en dos años-, tras quedar su gobierno en minoría, postura con la que coincide la mayor parte de las fuerzas del arco parlamentario regional.
Fernández ha admitido que «resulta evidente que la confianza» entre el PSOE y sus dos socios de gobierno hasta ahora, UPyD e IU, «se ha resquebrajado» y que ahora todo «será más difícil», pero ha remarcado que «no se puede someter a los asturianos a unas elecciones el próximo año», después de las celebradas en 2011, que dieron el poder a Foro, y las adelantadas de 2012, que se lo devolvieron a los socialistas.
El presidente asturiano ha explicado que su intención es negociar los presupuestos regionales con UPyD e IU, a pesar de que ambos hayan retirado sus apoyos por la negativa socialista de reformar la ley electoral sin contar con más apoyos parlamentarios, porque la prórroga presupuestaria supondría «un problema serio».
La indeseada prórroga sería «menos un problema político para el Gobierno, que lo es, que un problema social y económico para los asturianos», ha advertido Fernández, quien ha dicho que no teme la presentación de una moción de censura.
Fernández ha admitido que ve «muy lejana» la posibilidad de negociar con el PP, que «tiene posiciones muy diferentes» al PSOE, sobre todo en aspectos fiscales, así como con Foro, del que ha dicho que todavía no sabe qué ha hecho en su etapa de Gobierno «ni en la oposición».
La llamada al diálogo de Javier Fernández ha sido compartida tanto por el PP como por UPyD e IU, mientras que Foro, que hoy no se ha pronunciado sobre la nueva situación política, ya recordó este fin de semana a través de su presidente, Francisco Álvarez-Cascos, que optó por la convocatoria de elecciones ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos de 2012, al gobernar en minoría.
El diputado de UPyD en la Junta General del Principado, Ignacio Prendes, ha asegurado que su formación mantendrá ahora la voluntad de llegar a acuerdos con el Gobierno asturiano que respondan a su programa electoral, y ha reconocido que un adelanto de las elecciones autonómicas «no parece un escenario deseable».
Ha asegurado que no es que los acuerdos que se alcancen a partir de ahora vayan a salirle más caros a los socialistas asturianos, sino que las decisiones de UPyD pasarán por su programa electoral, al que no van a renunciar.
Por su parte, el portavoz parlamentario de IU, Ángel González, ha afirmado que la coalición acudirá a todas las reuniones y negociaciones a las que sean llamados por el Gobierno de Asturias, aunque ha incidido en que la relación «va a ser muy difícil» por la pérdida de confianza que se ha producido.
La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, ha admitido que el adelanto electoral sería «un disparate», ya que sería el tercero en dos años, por lo que el partido optará por abrir una ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas «tendentes a clarificar qué puede hacer cada cual para garantizar los intereses generales de los asturianos».
El Gobierno de Javier Fernández, quien hoy ha recibido el respaldo de su partido a través del secretario de Organización, Óscar López, al entender que cumple sus compromisos «a rajatabla», encontrará su primer escollo el miércoles, ante la aprobación de la ley que permitirá al Principado endeudarse en 72 millones de euros adicionales este año.
El único diputado de UPyD será decisivo en el debate parlamentario del próximo miércoles, después de que PP y Foro hayan expresado su rechazo al endeudamiento adicional.