(dpa) – Mercedes-AMG saca una nueva «Flecha de Plata» de su repertorio y trae de vuelta el GT. Tras una pausa de dos años, la segunda generación del deportivo saldrá en enero. Esta destaca por cambiar a la plataforma del Mercedes SL, lo que implica una modificación no solo en la disposición de la transmisión, sino también en el diseño.
El GT recibe ahora un gran portón trasero e incluso una segunda fila de asientos trasera bajo pedido. El precio no cambia mucho en comparación con el descapotable, ya que con los 188.704 euros (203.410 dólares) iniciales para el GT 63, el coupé es en realidad casi 6.000 euros más barato que un modelo descapotable con el mismo motor.
Donde el SL es un galán para los amantes del sol, el GT destaca a primera vista por su imponente carrocería: capó largo, flancos anchos y zaga fornida, así se convierte en un ‘muscle-car’ de Mercedes.
Visualmente, se pone a la altura de competidores como el Porsche 911 o el Audi R8. Y el hecho de que sea 20 centímetros más largo que su predecesor le sienta realmente bien.
Esto no solo complace a los de fuera, sino que también beneficia especialmente a los ocupantes. Al fin y al cabo, la distancia entre ejes también ha crecido siete centímetros.
Además, el llamado diseño transaxle (transeje) ha pasado a la historia, ya que ahora la transmisión vuelve a estar montada en la brida del motor en lugar de en la parte trasera, hay más espacio en la parte trasera.
Pero en cuanto se sube al coche, el conductor se olvida rápidamente de cualquier cuestión relacionada con el confort o el mayor espacio. Hundido en los asientos deportivos y con la espalda muy pegada al asfalto, su mirada se extiende por encima de los instrumentos digitales, más bien juguetones, y del largo capó hasta el horizonte. Y su pie derecho empieza a cosquillear.
Este da vida a un motor que probablemente sea el último en extraer su potencia de ocho cilindros y sirve un copioso menú de lujuria, prestaciones y pasión: con cuatro litros, produce 430 kW/585 CV y 800 Nm de par. Y no lo oculta, sino que lo anuncia a través de los cuatro tubos de escape.
El V8 catapulta el coupé hacia delante con una fuerza elemental que hace arder los músculos del cuello de los ocupantes, hasta el punto de que tienen que apoyar la cabeza durante el arranque. El GT solo tarda 3,2 segundos en alcanzar los 100 km/h con el acelerador a fondo desde parado.
Si hay suficiente superficie plana por delante y el valor es lo suficientemente grande, 315 km/h parpadean en la pantalla un poco más tarde. Pero no es la pura aceleración lo que lo hace tan atractivo.
Gracias a su suspensión adaptativa y a la tracción total, el GT se abre paso en el asfalto con una mordida de hierro. Con la nueva dirección a las cuatro ruedas, toma todas las curvas, por cerradas que sean, con una despreocupación que no deja de sorprender.
Capó largo, zaga nítida: el GT tiene el aspecto que debe tener un deportivo. Y en cuanto se establece el perfil adecuado, también se conduce como tal. Pero en la segunda generación, el «muscle-car» adquiere un poderoso valor añadido: un confort significativamente mayor y el formato más grande convierten al deportivo en un coche para todos los días, independientemente de si lo pide como 2+2 plazas o solo con espacio para guardar objetos en la parte trasera.
Ficha técnica: Mercedes-AMG GT 63
Motor y tracción: | Gasolina V8 |
Cilindrada: | 3982 ccm |
Potencia máxima: | 430 kW/585 CV |
Par máximo: | 800 Nm |
Tracción: | Tracción total |
Caja de cambios: | Nueve velocidades, automático |
Dimensiones y pesos | |
Longitud: | 4728 mm |
Anchura: | 1984 mm |
Altura: | 1354 mm |
Distancia entre ejes: | 2700 mm |
Peso en vacío: | 1.970 kg |
Carga útil: | 350 kg |
Volumen de maletero: | 321 + 675 litros |
Datos de conducción: | |
Velocidad máxima: | 315 km/h |
Aceleración 0-100 km/h: | 3,2 s |
Consumo medio: | 14,1 Litros/100 km |
Alcance: | 500 km |
Emisiones de CO2: | 319 g/km |
Normativa de emisiones: | EU6D |
Clase de eficiencia energética: | n.d. |
Por Thomas Geiger (dpa)