(dpa) – Es un sonido que hace doler los oídos: si la rueda del automóvil roza el borde de la acera se puede dañar la llanta. El problema es que a menudo los daños menores pasan desapercibidos, al menos al principio.
Esto puede ser peligroso si el neumático sufre un daño mayor en un momento posterior durante la conducción, según advierte la organización alemana de inspección de vehículos Dekra.
El consejo es maniobrar con cuidado y mantener una distancia suficiente de la acera a la hora de estacionar el vehículo. Si tiene que conducir hacia la acera, lo mejor es hacerlo en ángulo recto, si es posible. Si se observa una grieta o si el neumático está deformado, debe ser revisado por expertos.
Cuando se circula en un trayecto en línea recta y el automóvil se desplaza hacia un lado, el tren delantero también podría haberse dañado, por lo que se recomienda recurrir a un taller especializado.