ESTOCOLMO/COPENHAGUE (dpa) – Björn Ulvaeus, uno de los cantantes de la mítica banda sueca Abba, logró vivir todo un año sin llevar dinero en efectivo en el bolsillo. «El único inconveniente que encontré fue que uno necesita monedas para los carritos del supermercado», escribe en la web del Museo de Abba en Estocolmo. El centro no acepta el pago en efectivo. Y se pregunta, ¿realmente necesitamos monedas y billetes?
Al contrario que en otros países, en Suecia es habitual que kioscos, bares y autobuses acepten el pago con tarjeta de crédito, hasta el punto de que en algunos lugares ni siquiera se puede pagar con monedas o billetes. Aunque las leyes obligan a los locales y tiendas a aceptar dinero en efectivo, para el resto de negocios existe un vacío normativo, explica Björ Segendorff, asesor del Banco de Suecia. «Si un comerciante cuelga en su puerta el cartel de ‘no aceptamos efectivo’ y usted entra, se puede entender como que lo acepta.»
Hoy en día, se calcula que en Suecia sólo un cuarto de los pagos se realizan con dinero en efectivo, dice Segendorff. «Suecia es el único país del mundo donde el valor nominal del efectivo en circulación desciende», añade. Al Museo de Abba tampoco se puede entrar sin tarjeta de crédito. «¿Hemos perdido la capacidad de entender que las monedas y los billetes son sólo símbolos, y que estos símbolos pueden cambiarse fácilmente por otros?, se pregunta Ulvaeus.
Según el cantante, donde realmente se necesita dinero en metálico es en el mercado negro. Ulvaeus cuenta en la web (http://dpaq.de/jrJ7t) cómo recientemente unos ladrones entraron en la casa de su hijo y se llevaron el televisor, el laptop, ropa de diseño «y otros objetos fácilmente cambiables por efectivo». «Podemos estar seguros de que los ladrones fueron directamente al mercado negro», escribe. Pero en una sociedad sin dinero en efectivo esto «jamás tendría lugar».
Al igual que en Suecia, en Dinamarca el dinero en efectivo ya no es imprescindible. Uno puede ir a la panadería a por una barra de pan y pagarla con tarjeta de crédito, lo mismo que un taxi. Incluso en famoso festival de Roskilde experimentó en 2013 con una zona sin monedas ni billetes. Aunque los comercios y restaurantes daneses están obligados a aceptar efectivo, cada vez más empresarios rechazan esta política.
Desde el verano (boreal) pasado, en cuatro filiales de la cadena de restaurantes sueca Cofoco sólo se puede pagar con tarjeta de crédito. El volumen que la cadena ingresaba con los pagos en efectivo no llegaba al diez por ciento, argumenta el propietario, Torben Klitbo, en el perfil de facebook de la cadena. «Eso supone muchos menos trámites administrativos para nosotros, menos dolores de cabeza con los robos de cajas fuertes ni los desplazamientos por la ciudad con efectivo.»
Según un estudio citado por el diario «Svenska Dagbladet», la mitad de los suecos cree que dentro de 20 años habrá desaparecido el dinero en metálico. No obstante, cuando el Swedbanck comenzó a no dar más efectivo en las cajas de sus sucursales, los clientes del barrio de Östermalm, en Estocolmo, se lanzaron «a las barricadas», como cuenta el rotativo. El barrio está poblado por gente acaudalada y de edad avanzada.
El presidente de las compañías de seguridad y ex jefe de la policía sueca Björn Eriksson insta a boicotear a los bancos que se niegan a dar billetes. «Los bancos quieren más pagos con tarjeta de crédito, porque así ganan más dinero.» Si el efectivo desaparece, podrán aumentar más las comisiones de las tarjetas, argumenta. Según Eriksson, el cantante de Abba es un «relaciones públicas de Mastercard». La empresa es una de las principales patrocinadoras del museo.
El asesor del Banco de Suecia Segendorff está convencido de que las monedas y los billetes no desaparecerán por completo del país escandinavo. En 2015 llegará una nueva serie de billetes, que «podría verse como símbolo de que creemos en el efectivo en un futuro». El mercado decidirá qué servicios se pagarán en efectivo y cuáles no, añade.
Por Julia Wäschenbach