Berlín, 16 ago (dpa) – El jugador del Real Madrid Toni Kroos se mostró confiado en que el club español podrá seguir manteniendo un buen nivel de resultados en su nueva etapa tras perder recientemente a su estrella y goleador Cristiano Ronaldo.
«Estamos ansiosos por ver cómo podemos lograr los casi 50 goles por temporada que él (Cristiano Ronaldo) garantizaba», declaró en una entrevista publicada hoy por el diario sensacionalista alemán «Bild».
«Es un reto gratificante mostrar que también sin él somos un gran equipo. Estoy convencido», agregó el internacional alemán de 28 años.
Kroos, quien vivió un verano decepcionante tras caer eliminado con la selección germana de fútbol en la fase de grupos del Mundial de Rusia tan solo cuatro años de coronarse campeón del mundo en Brasil, desveló que últimamente pensó en abandonar la «Mannschaft» pero que su mujer lo convenció para que no lo hiciera.
«Ya antes del Mundial y, sobre todo después de él, pensé en ello. (…) Antes del Mundial me di cuenta de que necesito más descanso que en los últimos cinco o seis años para poder jugar la siguiente temporada al mismo nivel», confesó.
«Los últimos años estuvieron cargados de éxitos pero fueron muy intensos (…). Hablé con el seleccionador alemán Jogi Löw sobre ello. Mi mujer, que es la primera que se alegraría de que estuviese más en casa, fue la primera que me dijo: ‘Cariño, no puedes dejarlo así'», explicó.
El futbolista también recalcó que la selección alemana de fútbol debe seguir mejorando en el ámbito defensivo y más «codiciosa» y «concluyente» a la hora de marcar goles.
Sobre la sorpresiva renuncia de Mesut Özil del combinado nacional alemán, con acusaciones de racismo contra la federación germana incluidas, Kroos indicó que el jugador turco-alemán era un «buen chico» que no se merecía ese tipo de salida del equipo. No obstante, también opinó que la forma en la que se despidió de la selección alemana «no fue la correcta».
El revuelo causado por la publicación de una foto de Mesut Özil con el cuestionado presidente turco Recep Tayyip Erdogan, tomada en mayo en Londres, acabó con la salida del futbolista de origen turco de la selección alemana. Su anuncio llenó de críticas a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y abrió un acalorado debate sobre racismo y xenofobia en el país europeo.