La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, ha anunciado que su departamento está modificando el Programa de Desarrollo Rural (PDR) para habilitar una línea de ayuda de 800.000 euros destinada a los apicultores asturianos, con el fin de que “puedan adoptar medidas que favorezcan la polinización de numerosas especies de plantas típicas de ecosistemas frágiles o en riesgo para que contribuyan a restaurar y preservar aquellos relacionados con la agricultura y la silvicultura”.
Álvarez, que ha inaugurado la jornada Abejas amenazadas. Retos para el apicultor, ha manifestado que esta dotación se distribuirá en 160.000 euros anuales hasta que finalice el periodo de vigencia del PDR y que la ayuda consistirá en una subvención en forma de prima por colmena. Esta fórmula, que comenzará el próximo año siempre que se aprueben los presupuestos autonómicos, persigue “compensar a apicultores que distribuyan sus colmenas maximizando el número de asentamientos, de forma que se garanticen áreas más amplias de influencia de las abejas en su labor de polinización”, ha indicado la consejera.
La titular de Desarrollo Rural ha expresado que los apicultores asturianos tienen retos importantes que atender, entre ellos, estructurar un sector profesional y, sobre todo, solventar problemas relacionados, por ejemplo, con el ácaro varroa o la avispa vespa velutina. “Por ello es muy importante aportar conocimiento científico que ayude a los apicultores, profesionales o no, a mantener y mejorar sus colmenas y su producción” ha indicado.
Álvarez ha destacado que la apicultura es una forma de ganadería, aunque no siempre se considere así, y que puede convertirse en un complemento de renta en el medio rural o en la actividad principal. “En el Principado tenemos profesionales que viven de la apicultura y nuestra miel ya se vende en mercados internacionales y forma parte de la marca Alimentos del Paraíso Natural, sello de calidad de permite la identificación por parte del consumidor y contribuye a una mejor comercialización”, ha añadido.
A su juicio, en Asturias existe “un nicho importante para el sector apícola, una posibilidad de crecimiento que aportará desarrollo social y económico en el medio rural”. En ese sentido, ha subrayado que la comunidad cuenta con unas condiciones “óptimas” para un mayor desarrollo de la apicultura, no sólo porque dispone de una vegetación rica y diversa que las abejas pueden aprovechar, sino también porque la orografía condiciona los aprovechamientos del suelo, de forma que la apicultura puede utilizar terrenos no aptos para otras actividades.
Además de su contribución al desarrollo social y económico de extensas zonas del medio rural, la cría de abejas proporciona otros beneficios, entre los que destaca la polinización, clave en el desarrollo de otros cultivos como el manzano.
La consejera ha subrayado el “compromiso” del Gobierno de Asturias con el sector, al que ha destinado este año 2450.000 euros.
El Principado cuenta con 1.700 apicultores registrados y 42.676 colmenas declaradas en 2017. Además, la producción de miel en la comunidad se estima en unas 400 toneladas anuales.