Al lanzar al mercado tres sencillos musicales en el breve período de un mes –‘Turn the night up’, ‘Loco’ y ‘Heart Attack’– Enrique Iglesias ha visto cómo su agenda laboral se ha llenado de numerosos compromisos profesionales que le mantendrán ocupado durante los próximos meses, un ritmo profesional que impide que el cantante español pueda dedicarse a cultivar una de sus grandes aficiones: la práctica del tenis.
A pesar de tener en casa a una maestra de la talla de Anna Kournikova –la famosa tenista rusa que ocupa su corazón– el astro de la música admite que no puede entrenar todo el tiempo que le gustaría para cumplir su sueño de «jugar en Wimbledon», aunque al mismo tiempo reconoce que los años y la constancia le han ayudado notablemente a mejorar sus dotes tenísticas.
«Mi habilidad con la raqueta y la pelota ha aumentado mucho en los últimos años. No soy un mal jugador ni mucho menos, aunque me parece que me queda un largo camino para debutar en el circuito y jugar en Wimbledon. Para decir las cosas claras, se me da bien el tenis pero soy demasiado torpe todavía como para optar a hacer algo grande. Eso sí, me encantan los deportes y me esfuerzo mucho cada vez que los practico», desveló el hijo de Julio Iglesias al diario Las Vegas Review-Journal.
Además de tratar de emular a su famosa novia en sus tiempos de tenista profesional, Enrique confiesa que suele afrontar con una emoción incontenible aquellos deportes de motor que más le apasionan: tanto los acuáticos como el pilotaje de su avión privado. Como él mismo explica, la dosis de adrenalina que recibe su cuerpo cada vez que maneja uno de estos vehículos le produce una sensación «inigualable» que le encanta experimentar.
«Los deportes acuáticos me encantan, sobre todo las motos de agua y los barcos. Pero también adoro pilotar mi propio avión y hacer alguna que otra pirueta. Adoro el brote de adrenalina que te insufla en el cuerpo porque te hace sentir algo que no puedes conseguir de otra manera. Es una sensación inigualable», señaló.
Tanto la práctica tenística como la experiencia de ponerse a los mandos de un barco son dos de las aficiones que Enrique Iglesias suele compartir con la atractiva Kournikova, ya que este verano la pareja se dejó ver en varias ocasiones navegando en alta mar con su yate para relajarse en las cálidas aguas de Miami. De hecho, sus frecuentes escapadas a las playas del estado de Florida podrían haber sido la razón de que Enrique no asistiera a la boda de su hermano Julio José, como este mismo indicó a la revista ¡Hola! tras revelar que poco antes había estado con su hermano en Miami, concretamente en la intimidad de su embarcación privada.