Documentos TV’ se emite a partir de esta semana los lunes. En esta ocasión recupera ‘Juego de culpas’, reportaje que muestra cómo la acumulación y el tráfico de basura tecnológica afecta gravemente a la salud y al medio ambiente de los más pobres del mundo.
El vertedero de Agbogbloshie, en Ghana, es uno de los lugares más tóxicos del planeta. Allí van a parar millones de toneladas de desechos electrónicos, procedentes de los países desarrollados. Detrás del movimiento ilegal de residuos electrónicos subyace un sucio negocio que reporta importantes beneficios económicos, a merced de la laxitud legal y al infrahumano trabajo de miles de personas expuestas a graves enfermedades.
El consumo masivo de dispositivos electrónicos de los países desarrollados muestra su lado más oscuro en determinadas zonas del planeta, transformadas en enormes vertederos de esta chatarra tecnológica. Es el leitmotiv de ‘Juego de culpas’, el documental que presenta los problemas legales y ambientales, relacionados con la basura electrónica, que los países más ricos lanzan sin control alguno, a los más pobres del mundo.
Agbogbloshie es un claro ejemplo. Con una dimensión equivalente a cuatro estadios de fútbol, es uno de los basureros electrónicos más tóxicos del mundo. Miles de personas manipulan a diario, toneladas de metales altamente contaminantes como el cadmio o el plomo y multitud de otros productos químicos muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
El tráfico ilegal de desechos electrónicos esconde un sucio negocio de suculentos beneficios, donde el límite de la legalidad se desvanece entre los países importadores y exportadores de este tipo de basura y del que todos quieren salir impunes. El documental cuestiona de quién es la responsabilidad última de producir, consumir y reciclar esta basura tecnológica.