El director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, ha considerado este lunes «imprescindible» la colaboración de todas las administraciones públicas y la sociedad civil para frenar los daños producidos por la gran expansión que experimenta en la actualidad la población de jabalíes.
Calvo, que ha presentado las actuaciones que realiza el Gobierno de Asturias para disminuir la presencia de esta especie en la comunidad, ha destacado la elaboración de un plan integral de prevención y control de ejemplares en las zonas urbanas, una población que se ha incrementado en las últimas décadas en toda Europa y que en Asturias ha crecido de forma considerable este año.
Según Calvo, el aumento de las poblaciones de suidos (jabalíes autóctonos e introducidos y cerdos cimarrones) es una preocupación común a muchos países en cuatro continentes, entre ellos, España, donde se ha producido una espectacular expansión desde 1960, similar a la de Europa, con un ritmo de crecimiento casi constante en la mitad norte de la península desde ese década.
Este incremento se ha retardado en Asturias hasta los años 80 del siglo XX y actualmente el jabalí está presente en todos los concejos asturianos, salvo en Gozón, con una población estimada de 60.000 individuos, en 2013, frente los 6.000 de 1994.
La aparición de jabalíes habituados al hombre en entornos urbanos es un problema emergente en las dos últimas décadas. Calvo ha afirmado que esta situación tiene «una compleja solución que requiere de la cooperación entre administraciones y sociedad civil: cazadores, ecologistas, animalistas y todos los ciudadanos para encarar este asunto con posibilidad de éxito».
Las ciudades proporcionan recursos a estos animales, como alimento (raíces en los jardines y basuras), agua o refugio en las épocas más desfavorables y mantienen densidades superiores a las que se pueden encontrar en los hábitats más naturales. Los principales daños que producen son hozaduras y colisiones con vehículo y, en una fase más avanzada de habituación, concurren en espacios públicos (jardines, parques e incluso áreas edificadas) aunque los ataques a personas son muy excepcionales.
CENTROS URBANOS
En los entornos urbanos de Asturias, aparecen en 2002 y se aprecia un incremento a partir de 2012, cuando comienzan a observarse jabalíes en el interior del casco urbano de Oviedo, una subida poblacional que se dispara en 2016.
Además, en la zona central del Principado se ha percibido una hibridación de jabalíes con cerdos vietnamitas. Así, en 2013 se detectó presencia de estos animales asilvestrados en Siero, Sariego y Villaviciosa. Actualmente, también en Oviedo, Castrillón, Gijón, Llanes y Tapia de Casariego. En 2016 se han capturado 20 ejemplares.
Calvo ha remarcado que la caza está prohibida en el medio urbano y limitada con disparo sobre los ejemplares en un total 2.414 kilómetros cuadrados, el 22,8% de la superficie de Asturias. El responsable de Recursos Naturales ha informado de que en 2015 la Guardería del Medio Natural realizó 368 servicios en las zonas de seguridad y refugios de caza en toda Asturias. En lo que va de año, se han desarrollado 152 servicios, 23 de ellos en Oviedo, con 24 jabalíes abatidos.
Las indemnizaciones por daños de la especie en cultivos agrícolas y accidentes de carretera han superado los 18 millones en los últimos 15 años y se han abierto 90.000 expedientes en ese periodo.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Esta línea de medidas corresponderá fundamentalmente a los ayuntamientos. Entre otras, el plan establecerá la habilitación por parte de los municipios de un sistema de recogida de basuras y papeleras a prueba de jabalíes en la zona perimetral de las ciudades y en los puntos de más presencia, evitar la acumulación de basura en zonas accesibles a los animales, revisar las instalaciones escolares e instalaciones de vallas perimetrales, prohibir dar alimento a jabalíes y medidas sancionadoras que figuren en las ordenanzas municipales, prohibir la liberación de animales como cerdos vietnamitas, cursos de formación a la Policía Local, localización de puntos negros en carreteras y mejora de la señalización preventiva.
CUPOS DE CAPTURA
La alta densidad de población de suidos afecta de forma inversa al medio rural que al urbano. «Mientras en el primero existe un alto riesgo de daños a praderas y cultivos y un peligro más bajo a personas y seguridad vial, en el segundo, el mayor riesgo es para personas y seguridad vial y el menor en praderas y cultivos», ha precisado Calvo.
Una de las medidas principales que está llevando a cabo la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para controlar la población del jabalí es el cupo de captura de seis adultos por cacería en los cotos regionales y de cinco en las reservas regionales.
Calvo ha solicitado a los cazadores que se cobren el máximo de piezas permitido porque, según ha precisado, el promedio de ejemplares abatidos en Asturias es sólo de 1,5 a 2,2 por cacería. Éste es uno de los motivos por los que el incremento anual medio de la especie se sitúa entre el 25% y el 30%, porcentaje que bajaría aproximadamente al 7% si se cumpliese el cupo establecido. De no aplicarse ningún plan de gestión cinegética, el incremento anual sería del 89%.
El director general ha asegurado que las causas de la excesiva población de jabalíes en Asturias son similares a las del resto de Europa. Entre las mismas, ha citado el envejecimiento de la población rural y abandono de la actividad agraria, hecho que baja la mortalidad del jabalí por el aumento del alimento y del refugio y la eliminación de los venenos como sistema de control de alimañas; la disminución del número de licencias de caza en un 54% en los últimos 30 años, pasando de 31.587 en 1986 a las 14.669 vigentes; la falta de relevo generacional, la crisis económica, o el envejecimiento de la edad media de los cazadores, que en la actualidad se sitúa en los 56 años frente a los 34 de 2002.