Hace unos meses eran muchos (o bastantes) lo que pensaban que la presente temporada ya estaba finiquitada y perdida para el Sporting de Gijón, muchos pero no todos, pero en la categoría de plata del fútbol nacional el campeonato es diferente y muy largo.
El Sporting ha tenido momentos de dudas, de derrotas dolorosas y una fecha que comenzó a cambiarlo todo, la salida de Paco Herrera, un gran técnico que no pudo dar lo que se esperaba de él, su marcha propicio la llegada al banquillo de Pipo Baraja, un mister que para muchos sectores no aportaba “seguridad”, hubo muchas criticas en redes sociales y tertulias de chigre con la llegada de Baraja.
Hasta el momento el mister y los jugadores han hecho algo que parecía una quimera hace un par de meses, devolver la ilusión a El Molinón
Santos, Mariño y Jony (sin desmerecer al resto) son los jugadores franquicia de un Sporting que jornada tras jornada levanta de sus asientos a los miles de aficionados que viven los 90 minutos de fútbol con la pasión rojiblanca corriendo por sus venas en Gijón.
Los de Baraja han encontrado la fórmula para ganar y entretener a la afición, con un Michael Santos que está firmando una campaña fantástica y tiene gol, mucho gol, con un Jony que es puro arte; Mariño un muro que ha dado muchos puntos al equipo en la presente temporada y con una defensa que es capaz de lo mejor y de lo peor, pero que al fin y al cabo son los “nuestros” y sus luces eclipsan algunas tardes con sombras.
Carmona está siendo otro de los grandes nombres de la temporada, también Sergio Álvarez, Barba… el Sporting es un equipo, juega como un equipo, y por tanto aunque no nombremos a todos, todos son los artífices de este momento de felicidad y pasión rojiblanca.