El Ejecutivo autonómico ha dado luz verde a cinco decretos mediante los que se declaran de utilidad pública, interés social y urgente ejecución las concentraciones parcelarias de Grandamarina y La Braña (El Franco), la zona de Santiago (Valdés), la vega de San Ranón (Pravia) y el monte de Nava (Salas), la última de ellas de titularidad privada. Todas responden a solicitudes planteadas por las agrupaciones de propietarios a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.
Para Grandamarina, La Braña, la vega de San Ranón y el Monte de Nava, los decretos establecen una superficie de 50 áreas como unidad mínima de cultivo agrícola y de 10 hectáreas para uso forestal. Por su parte, la agrupación de terrenos de Santiago contará con 40 hectáreas como superficie mínima de cultivo agrícola y 10 para uso forestal.
La zona de San Ranón es una vega fluvial, llana y fértil, con posibilidades para cultivos de huerta o frutales, mientras que las de La Braña y Grandamarina son áreas de monte, destinadas básicamente a cultivo forestal de eucalipto y pino, que se vieron muy afectadas por los incendios forestales de diciembre de 2015.
Con los acuerdos aprobados hoy, ya son ocho las concentraciones que emprende este año el Principado. Las otras tres fueron las de Huerres-La Isla (Colunga), Piedrafita-Jalón (Cangas del Narcea) y Folgosa (Grandas de Salime), con vocación ganadera y dominio de prados y pastizales.
Entre los beneficios que conlleva la concentración parcelaria destacan la reducción del número de fincas, la mejora de los accesos con nuevas redes de caminos y el ahorro en gastos de explotación, lo que se traduce en una mayor rentabilidad y en la recuperación de espacios singulares.
La Consejería de Desarrollo Rural trabaja actualmente en 37 zonas de concentración parcelaria ordinaria, que abarcan unas 15.800 hectáreas, a las que hay que añadir otras 16 privadas, con 1.600 hectáreas.
Hasta ahora, se ha actuado en 36 de los 78 concejos, con un claro predominio en las comarcas noroccidental y suroccidental, es decir, en las áreas donde la actividad agrícola, ganadera o forestal es más abundante. Los municipios que cuentan con mayor número de concentraciones son Tineo, Valdés, Castropol, Cangas del Narcea, Vegadeo, Tapia de Casariego y Taramundi.