Categoría: Gastronomía

(dpa) – Además de las opciones veganas y vegetarianas para reemplazar las salchichas y la carne, cada vez se encuentran más alternativas vegetales al pescado en el mercado.

El Centro de Asesoramiento al Consumidor de la ciudad alemana de Hamburgo examinó 12 productos que buscan reemplazar a los bastoncitos de pescado, el salmón o el atún, y llegó a estas conclusiones.

Sobre los ingredientes:

En vez de estar hechos de pescado, estos productos son de zanahorias, escorzonera, yaca, tofu de soja o seitán. Salvo la yaca, la mayoría de los ingredientes y aceites se cultivan y producen en numerosas regiones, lo que representa una ventaja frente a muchos pescados que a menudo recorren largas distancias antes de llegar a los mercados.

Sobre los nutrientes:

En cuanto a los nutrientes, hay cierta desventaja. Las alternativas al pescado suelen contener menos proteínas y más sal que el original. También contienen menos ácidos grasos omega-3.

En el caso de siete de los 12 reemplazos para el pescado examinados, formó parte de la lista de ingredientes el aceite de girasol, lo cual es una mala alternativa en relación con los ácidos grasos. En este aspecto son mejores el aceite de colza o de linaza, que ofrecen una relación más equilibrada entre ácidos grasos omega-3 y omega-6.

«Quien no quiera descuidar los ácidos grasos en la alternativa vegetal deberá prestar atención a que el producto contenga los aceites adecuados», explica Fischer.

Sobre los precios:

El análisis realizado en Alemania arrojó que ocho alternativas vegetales a las barritas de pescado eran en promedio un 50 por ciento más caras que las barritas de pescado normales. En algunos casos costaban incluso el doble.

De acuerdo con los expertos en consumo, no hay motivo por el cual los productos vegetarianos deban ser más costosos, sobre todo teniendo en cuenta que sus ingredientes suelen ser incluso más baratos.

(dpa) – Seamos sinceros: casi nadie come solo una barrita de chocolate. Por lo general, después de una, viene otra, y otra más... y rápidamente aparece también la culpa. Sobre todo si se devora un chocolate entero en poco tiempo. Sin embargo, los expertos en nutrición están seguros de algo: es posible engañar al estómago y optar por alternativas más saludables.

Por supuesto que eso es más fácil en el verano, cuando se pueden comprar distintos tipos de frutas y bayas en las tiendas o cultivarlas en el jardín. «Esto permite sacarse las ganas de comer algo dulce sin ingerir mucho azúcar y consumir a la vez nutrientes valiosos», dice el médico nutricionista alemán Matthias Riedl.

Las fresas (o frutillas), por ejemplo, puntúan alto con muchas vitaminas y minerales, ya que 100 gramos de estas pequeñas frutas rojas contienen más vitamina C que los limones o las naranjas. También tienen ácido fólico, vitamina B1 y vitamina K. Y entre sus minerales se cuentan zinc, cobre y manganeso.

Otro punto a favor es que, a pesar de su sabor dulce, estas pequeñas bombas vitamínicas no solo contienen poco azúcar, sino también pocas calorías: alrededor de 32 cada 100 gramos.

«Las fresas también aportan sustancias vegetales secundarias que son ventajosas para el cuerpo», explica Susanne Umbach, de la central de consumidores del estado federado alemán de Renania-Palatinado.

Análisis de laboratorio demostraron que este tipo de sustancias vegetales secundarias matan gérmenes y tienen un efecto antiinflamatorio. Según el Centro Federal de Nutrición de Alemania, las sustancias presentes en las fresas ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares y también determinados tipos de cáncer.

Los arándanos también tienen poco azúcar y aportan comparativamente mucha vitamina E y manganeso. Su alto contenido de antocianina hace que tengan un efecto protector de las células del cuerpo humano y también reductor del estrés.

Por su parte, las grosellas o uvas espinosas son beneficiosas para el cabello y las uñas y no solo por su alto contenido de silicio. En tanto, las grosellas rojas y negras contienen mucha vitamina C, al igual que las fresas. «Esto vale sobre todo para las grosellas negras o casis», acota la asesora en nutrición Umbach.

La sandía aporta apenas 37 calorías cada 100 gramos, mientras que el melón 54. Pero comer estas frutas no solo es tentador por su baja cantidad de calorías: entre otras cosas, tienen un alto contenido de vitamina C, mientras que la sandía incluye sustancias vegetales secundarias.

Por si fuera poco, los melones son «ideales para calmar la sed», dice Riedl, ya que, en promedio, contienen hasta un 95 por ciento de agua en promedio.

Otro snack ideal son las guindas, con minerales como hierro, calcio y manganeso, y que además son auténticas bombas de vitaminas. Lo mismo corre para los melocotones (duraznos).

Sin embargo, hay frutas que pueden y deben disfrutarse, pero con cierta moderación, debido a su alto contenido de azúcar. «Las bananas y uvas, por ejemplo», señala Umbach.

Además, un alto contenido de fructosa puede causar molestias en el aparato gastrointestinal. «También recarga mucho el hígado», explica el médico nutricionista Matthias Riedl. Se corre el riesgo de que el órgano, que de la fructosa produce grasas, acumule grasa. Y un hígado graso aumenta el riesgo de enfermar de diabetes mellitus.

Unos trozos de manzana también pueden ser un buen reemplazo para no estar comiendo chocolate todo el tiempo. Idealmente, el snack saludable debería consistir en una mezcla de trozos de frutas y verduras. Dependiendo de la temporada, hay varias verduras que se adaptan como snack, como por ejemplo los rabanitos o el pimiento o chile banana.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que abjurar completamente del chocolate tampoco es bueno. «El chocolate es un alimento para el alma y hace bien disfrutarlo. Pero, idealmente, en pequeñas cantidades», opina Susanne Umbach como asesora en nutrición.

Y si, a pesar de todo, uno quiere tener siempre algo de chocolate a mano, un buen consejo es no comprar de más cuando se hacen las compras. «No se puede comer lo que no se tiene en casa», añade.

Por Sabine Meuter (dpa)

Si estás tratando de reducir tus niveles de estrés y ansiedad probablemente ya sepas comenzar con lo básico: cuidado personal, un buen ciclo sueño-vigilia y ejercicio físico. ¿Pero sabías que también hay algunos alimentos que ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad?

Es posible que se te dificulte controlar la ansiedad a pesar de que te reúnes regularmente con un terapeuta, tomas tus medicamentos según lo prescrito y tienes un buen sistema de apoyo.

La verdad es que la lucha contra la ansiedad y el estrés no debe limitarse a la cita con tu terapeuta.El manejo efectivo de la ansiedad implica otro factor importante: tu dieta.

Si todavía no has intentado modificar hábitos alimentarios, es posible que estés fallando en la disminución del estrés y la ansiedad. Por ende, a continuación, se mencionarán algunos de los alimentos que podrían ser de gran ayuda para combatir el estrés y la ansiedad y que no son causa de dispepsia funcional, así que podrás comer de manera saludable,disfrutar de grandes beneficios para tu salud mental y,por consiguiente, vivir una vida plena.

Cúrcuma

Un creciente equipo de investigación revela que la curcumina, un elemento que se encuentra en la cúrcuma, puede ser tan eficaz como tratamiento convencional de la depresión y la ansiedad. ¿Cómo? Las propiedades de la cúrcuma mejoran la salud de las neuronas, reducen la inflamación y regeneran las células cerebrales.

Kéfir

Existe una conexión muy clara y poderosa entre las bacterias intestinales y la salud mental. El kéfir, una bebida similar al yogur hecha con leche de vaca fermentada, contiene probióticos que favorecen las bacterias intestinales buenas y, a su vez, la producción de serotonina.

Aguacate

Las grasas monoinsaturadas ayudan los neurotransmisores y la salud general del cerebro.Los alimentos ricos en magnesio como los aguacates, los plátanos, los frijoles negros y el chocolate negro de alta calidad pueden ayudar a calmar los nervios. Al nutrir el sistema nervioso, regular la presión arterial y ayudar a equilibrar el azúcar en la sangre, los alimentos ricos en magnesio pueden ayudar a relajar la mente durante momentos de estrés y ansiedad.

Espárragos

Los estudios demuestran que la falta de ácido fólico y vitamina B puede aumentar tu riesgo de depresión y ansiedad. Solo una taza de espárragos contiene dos tercios de la ingesta diaria de ácido fólico que recomiendan los médicos.

Verduras de hoja verde

Aunque la leche se lleva todo el mérito, muchas verduras de hoja verde oscura contienen la misma cantidad de calcio que la leche. El calcio es un mineral esencial que, además de contribuir en la salud ósea, reduce el riesgo de hipertensión arterial. También ayuda a absorber la vitamina D, conocida como la “vitamina de la felicidad”.

Naranjas

La próxima vez que tengas la tentación de tomar un refrigerio azucarado después de una reunión estresante, toma un poco de cítricos. El aroma, las vitaminas y los antioxidantes de las naranjas y otras frutas cítricas reducen los niveles de estrés y refuerzan el sistema inmunitario.

Carne de vacuno alimentado con hierba

La carne de res alimentada con hierba es más baja en grasa en general y contiene de dos a cuatro veces más cantidad de Omega 3 que la carne de res que no se alimenta con hierba. ¿No comes carne? Prueba algunas algas.

Si eres un comedor de carne, ciertas carnes se encuentran entre los alimentos que, según los expertos, pueden reducir el estrés y la ansiedad. La carne de res alimentada con hierba no contiene hormonas y es mucho más baja en grasa en general en comparación con otras carnes. Además de que también contiene más Omega 3.