Categoría: Gastronomía

  • Madrid, de ciudad que pasó hambre a rica mezcla de cultura gastronómica

    Madrid, de ciudad que pasó hambre a rica mezcla de cultura gastronómica

    7459301wMadrid, 23 nov (EFE).- Si Madrid pasó hambre durante unos años de Guerra Civil y de posguerra, ahora, más de medio siglo después, es una ciudad gastronómica «muy interesante y atractiva», producto de la mezcla de los usos sociales de ayer y de hoy y suma de la comida más popular y la más ostentosa, dice el escritor Ismael Díaz Yubero.

    En una conversación con Efe sobre su libro recién publicado, «Gastronomía de Madrid: Cocina, historia y tradición», el autor explica que en Madrid, que fue «muy pobre durante mucho tiempo», había dos cocinas muy diferentes, «la de palacio, ostentosa, sobre todo cuando llegaron los Borbones con modas francesas, y la muy humilde comida popular».

    Díaz Yubero, Premio Nacional de Gastronomía, que dirigió hace años la Salud Alimentaria en el Ministerio de Sanidad y en la Comunidad de Madrid y también ex director del Instituto Nacional del Consumo, repasa la historia de la comida en Madrid, de sus bares y restaurantes emblemáticos y transcribe recetas populares.

    La centralidad en la Península convirtió a Madrid hace varios siglos en cruce de cañadas y vías pecuarias, y la ciudad es hoy punto de confluencia terrestre y aérea, con «todas las posibilidades de atender bien al viajero, adaptándose a los tiempos y ofreciendo los servicios que demanda», dice el autor.

    A partir de 1600 y con el correr de los años se fue sucediendo la apertura de las primeras fondas -de Genyeis, de Postas, la Vizcaína o el Mesón de Paredes- y cafés -el de la Patria, el de la Alegría o el café de Fornos-, algunos fundados a finales del siglo XIX y que perduran, como el Café Comercial, el Café Gijón o la Chocolatería de San Ginés.

    También cita Díaz Yubero las tabernas precursoras, «mal vistas» porque por su culpa los parroquianos dejaban de ir a misa los domingos por la mañana, y recuerda una coplilla de entonces: «Es Madrid, ciudad bravía/ que entre antiguas y modernas/ tiene trescientas tabernas/ y una sola librería».

    En el siglo XIX, el cronista Mesonero Romanos contabilizaba 810 tabernas en Madrid -«una en cada edificio y en algunos más de dos»- y en 1900, otro autor, Lorenzo Díaz, apuntaba 1.437 en el centro y 277 en las afueras de la Villa.

    En esos tiempos lejanos abrió en la calle Mesón de Paredes la Taberna de Antonio Sánchez, que hoy, «casi igual que hace cien años», ofrece sus especialidades, tortilla, caracoles en salsa, rabo de toro con patatas y torrijas para el postre.

    Díaz Yubero explica cómo las consecuencias de la Guerra Civil (1936-1939) afectaron a Madrid de tal manera que hubo hambre, «tanta como la que hoy se puede pasar en el punto más necesitado de África, incluso más…», hasta después de 1950 cuando desaparecieron las cartillas de racionamiento.

    A partir de entonces, la mejora de las circunstancias permitió que los madrileños volvieran a disponer de alimentos y surgieron o resurgieron tabernas y restaurantes, unos con una oferta «modesta pero variada», carta «limitada pero selecta» en los de precio moderado, y «rica, variada, amplia y cara» en los de lujo.

    La madrileña -ha dicho el autor a Efe- es una «cocina compleja con matices de muchos sitios, que, como casi todas las gastronomías del mundo, tiene la influencia de diversas culturas que han pasado por sus caminos», factor que en la capital se acrecienta porque «han pasado y siguen pasando muchas civilizaciones».

    El escritor, autor de otros libros y artículos en prensa sobre gastronomía, afirma que «la cocina de Madrid es muy distinta» y recuerda que la capital era «la corte más importante del mundo», que acogió la migración de todas las regiones españolas y fue además lugar de paso de muchos productos que llegaron desde América.

    También cuenta Díaz Yubero que «la comida de la corte fue descendiendo, llegando a más gente» según mejoraba el nivel económico, y que, por otro lado, «la sabrosa comida pobre iba ascendiendo, incluso hasta palacio, donde durante un tiempo el cocido madrileño fue comida casi obligada».

    El libro contiene algunas recetas de apetitosos «platos clásicos» de ‘Madrí’: el cocido, los callos, las ensaladas camperas, los guisos con lentejas, la cocina de la casquería, el hígado, los riñones, y alguna repostería.

    Javier Nieto-Remolina

  • El cocinero peruano Gastón Acurio dice que la educación es lo mejor para resolver injusticias

    El cocinero peruano Gastón Acurio dice que la educación es lo mejor para resolver injusticias

    6713680wLima, 7 oct (EFE).- El cocinero peruano Gastón Acurio afirma que la educación es la herramienta más importante para resolver las injusticias que «la suerte y la vida» te ponen en el camino.

    Este chef de 46 años, uno de los artífices del reconocimiento de la gastronomía peruana en el mundo, es uno de los protagonistas de la campaña «25 líderes, 25 voces por la infancia», lanzada por Unicef y Efe para destacar los 25 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, que se cumplen el próximo 20 de noviembre.

    En una entrevista con Efe aseguró que su gran sueño es formar parte de la generación que celebre que en América Latina todos los niños están protegidos.

    Acurio, cuyo restaurante limeño Astrid y Gastón fue declarado en 2013 el mejor de América Latina, está empeñado en «generar oportunidades a través de la educación» y lo hace en su «territorio», que es la cocina.

    Hace ya siete años puso en marcha una escuela gastronómica de alta calidad para jóvenes de escasos recursos en Pachacútec, una «zona de Lima llena de carencias, llena de injusticias, llena de dramas, en donde la mayoría de sus habitantes son niños, son adolescentes, sin oportunidades, sin sueños, sin buena educación».

    PREGUNTA: ¿Quién es Gastón Acurio?. ¿Cómo empezó todo?.

    RESPUESTA: Yo soy cocinero. Nací para ser cocinero. Vengo de una familia donde nadie cocinaba (…) y sin embargo, yo a los diez años cogía mi bicicleta y me iba a comprar ingredientes extraños que luego cocinaba en mi casa. Era un niño extraño en ese momento al que le convencieron de que la cocina no era una actividad digna para alguien que había tenido las oportunidades que yo tuve y que lo mínimo que podía aspirar a ser era abogado.

    P. ¿Cómo nace la idea de crear una escuela gastronómica para personas de escasos recursos?.

    R. Uno de los grandes desafíos de América Latina es resolver las contradicciones económicas y sociales que todavía existen. Hoy en día el rol es entregarse, volcarse de una manera absoluta a contribuir con tu trabajo al desarrollo de América Latina, al desarrollo económico, social, cultural, a generar oportunidades para que un día todos tengan las oportunidades que uno tuvo.

    Al día de hoy más de 300 chicos han terminado la carrera de cocina. Ya tienen una carrera, han transformado su vida, algunos son ya jefes de cocina y algunos serán los mejores cocineros del mundo.

    Esta escuela ha supuesto recuperar la esperanza, encontrar la fe en la vida, en el futuro, el poder tener una oportunidad. La demostración, a través de ellos, de que con su vida exitosa hoy día esto debe ser replicado en toda actividad económica. Que la obsesión de una sociedad como la nuestra sea que ningún chico se quede en el camino por falta de oportunidades.

    P. Tras tu retirada de la dirección del restaurante «Astrid y Gastón» has anunciado que tienes pensado montar una fundación. ¿En que consiste el proyecto?.

    R. Es una evolución de Pachacútec. Lo que pretendemos hacer es tratar de sintetizar en una fundación lo que ya venimos haciendo en diferentes áreas. Estamos haciendo una universidad en el sur de Lima. Es una universidad muy costosa pero para quien la pueda pagar y no lo va a ser para quien no lo pueda pagar. Y para quien no lo pueda pagar esta fundación es la que se va a encargar de financiarle los estudios a ese talento que no tiene recursos.

    P. Este año se cumple el 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, ¿cuáles crees que han sido los avances en el cumplimento de los derechos de los niños?.

    R. Yo creo que el principal avance que se ha logrado hoy día es la toma de conciencia de una parte muy importante de la población.

    En este mundo conectado, donde la información está al alcance de todos, hay una generación joven que, por ejemplo, cuando compra un producto no lo compra por mero capricho o porque le gusta, sino que lo compra porque también ha revisado de dónde viene, cómo se hace, quién lo hace, si las practicas ambientales son las correctas, si afecta al medio ambiente y si ha sido producido con un trabajo digno y no con el trabajo de niños.

    En este mundo conectado, esta conciencia también se revela en un mundo que es capaz de aceptar las diferencias, entender a las personas y quererlas.

    En la medida en que muchas personas apoyen, sigan y se agiten ante este tipo de informaciones entonces la posibilidad de que todos los niños del mundo estén debidamente protegidos, como lo están nuestros hijos, se acerca cada vez más.

    P: ¿Qué queda por hacer?.

    R: Todavía existen enormes desafíos y esto no va terminar hasta que no haya un solo niño desprotegido en este mundo, porque no hay ningún niño que sea menos importante que nuestros niños.

    Como peruano, mi primer gran sueño y aliento a la Convención sobre los Derechos del Niño es que podamos llegar a ser la generación que pueda celebrar que en América Latina todos los niños están protegidos.

    Carmen Jiménez

  • Intercaza 2014, la caza, a mesa puesta

    Intercaza 2014, la caza, a mesa puesta

    6687974wCórdoba, 28 sep (EFE).- La imagen del hombre solitario, o en grupo, que espera con paciencia a que aparezca una presa ha inspirado novelas y películas, y también no pocas críticas, pero a pesar de ello ha levantado una industria en torno a ella, la caza, que ha tenido estos días en Córdoba una de sus citas destacadas.

    Se trata de la XVIII Feria Internacional de la Caza, Turismo, Ocio Activo y Medio Ambiente de Córdoba, «Intercaza 2014», que ha gastado hoy su último cartucho tras haber recibido más de 30.000 visitantes, pese a competir con eventos similares y simultáneos como Surcaza, que se ha celebrado en Sevilla este mismo fin de semana.

    Lo que está claro es que Andalucía cuenta en el mapa internacional de la caza como destino de primer orden para conceptos tan específicos como monterías, caza mayor o menor, en lo que desempeña un papel esencial su rica extensión geográfica y su importante patrimonio natural.

    Prueba de ello es que, según los datos aportados a Efe por el vicepresidente primero de la Diputación Provincial de Córdoba, Salvador Fuentes, la caza deja en Córdoba anualmente 940 millones de euros, lo que supone el 25 por ciento de Andalucía, y en esto tienen un papel muy relevante las ferias, que atraen a empresas y promotores internacionales.

    En Intercaza 2014 ha llamado especialmente la atención Peter Bruce, quien, vestido con su falda escocesa -para no dejar dudas sobre el destino que vendía-, no ha parado de mantener reuniones para fatiga de su esforzada traductora.

    Bruce llegó a Córdoba el pasado jueves, invitado por la organización, con la intención de vender cualquier tipo de caza en Escocia, y se va de Intercaza hoy asegurando que volverá el año que viene, con tiempo de asistir a alguna cacería en la provincia.

    «Creo que el punto fuerte de Escocia es que tenemos Los Highlands, que es una zona única en el mundo, una zona preciosa, que ofrece la típica imagen de Escocia. Puedes cazar en cualquier país del mundo, pero Escocia tiene cierta magia. Merece la pena experimentarlo», apostilla este escocés entre reunión y reunión.

    Lo cierto es que uno de los pilares de las últimas ediciones de Intercaza está siendo la apuesta por la internacionalización, para lo cual se inició el año pasado el»Workshop Internacional de Caza y Turismo Cinegético», en el que en esta edición han participado más de 20 agencias, operadores y medios de comunicación especializados en el sector de Alemania, Escocia y Estados Unidos.

    El vicepresidente de la Diputación ha señalado que las expectativas de Intercaza «se han cumplido con creces», tanto a nivel de visitantes, como a nivel de negocio, y en ello ha destacado la labor de los empresarios, que han posibilitado que «Córdoba se proyecte al mundo como espacio perfecto para la actividad cinegética».

    Entre éstos, algunos noveles, como Antonio Jiménez, de la empresa Cinegética Cordobesa, que acudía por primera vez a Intercaza en calidad de expositor con su compañía, que lleva menos de un año en marcha.

    Su objetivo, «refrescar el ambiente» de la caza en Córdoba, a costa de ofrecer un programa de monterías en los que se llegue «a mesa puesta».

    Por el camino, cuatro días en los que el flujo de visitantes ha sido constante en los 1.500 metros que el Palacio de La Merced ha destinado a Intercaza, y en los que se ha instalado un centenar de expositores.

    Además, con un variado programa de actividades relacionadas con la pesca, el tiro, las rapaces, la pintura y fotografía cinegéticas o la gastronomía, y las tradicionales exhibiciones de agilidad canina y de rehalas, así como su programa científico, que para Fuentes ha supuesto una mejora al contar con las facultades de Veterinaria y Agrónomos.

    «Cerramos esta edición con absoluta naturalidad, con la garantía de haber conseguido que se ha hecho negocio, y con la sensación de que los empresarios van a poder seguir creando empleo y riqueza», ha concluido el vicepresidente de la Diputación.

    Juan Velasco.