Messi, bajo mil toneladas de presión

Bronnitsy (Rusia), 17 jun (dpa) – Toneladas de presión carga hoy sobre sus espaldas Lionel Messi de cara al choque con Croacia. Muchas más de las que trajo a su cuarto Mundial, el más deseado porque a sus casi 30 años podría ser su última gran oportunidad.

«Amargura, dolor y responsabilidad». Las tres palabras que usó Messi para definir el momento tras errar un penal en un momento clave ante Islandia que hubiera puesto otra vez en ventaja a la Argentina y abierto más el partido. Y luego falló en dos tiros libres.

Maximiliano Meza fue más directo: «Bronca, caliente. Se lo vio mal a Leo». El empate 1-1 tuvo sabor a derrota y frustración. «Messi es humano», remarcó Sergio Agüero, su socio fuera y dentro del campo.

Messi no estuvo hoy en el entrenamiento abierto albiceleste. Los titulares en el empate ante Islandia hicieron trabajo regenerativo en el gimnasio, evitaron el contacto con la prensa y las especulaciones sobre el estado de ánimo reinante crecieron.

El técnico Jorge Sampaoli, que meses atrás reconoció que la selección era «más de Messi» que suya, consideró que el capitán «por tener tantas capacidades diferentes no tendría que tener ninguna presión».

Pero el delantero no lo siente así. Sabe que más que nunca el equipo depende de él, como cuando selló la clasificación en la difícil altura de Quito con un «hat-trick» frente a Ecuador, en la última fecha de la eliminatoria sudamericana en octubre.

Y además, su eterno rival Cristiano Ronaldo le había dejado el listón muy alto con sus tres goles ante España, uno de tiro libre incluido pese a que esos disparos suelen tener la marca registrada de Messi.

La estrategia para el decisivo partido el jueves con Croacia, primero del Grupo D, preocupa a Messi y al cuerpo técnico.

El goleador albiceleste no encontró socios a la hora de generar peligro, sólo Agüero peleó con él ante la doble muralla vikinga que fue su pesadilla. También el ingreso tardío de Cristian Pavón trajo algún desborde por la banda izquierda.

Javier Mascherano señaló que Messi «es el jugador al que más se abastece en zonas muy difíciles, con mucho cúmulo de gente y poco espacio». «Las acciones que tiene que hacer son mucho más difíciles y complejas», sostuvo el «Jefecito», que con 144 partidos es el jugador con más presencias en la selección argentina.

Pero la «messidependencia» no siempre funciona, menos cuando muchos factores conspiran contra la magia del cinco veces ganador del Balón de Oro. La selección argentina no es el Barcelona y el desafío urgente de Sampaoli es conseguir en cuestión de horas el entorno que mejor potencie las cualidades de su estrella.

Messi ya anticipó que su continuidad en la «Albiceleste» no está clara. «Depende de cómo vaya este Mundial seguiré o no jugando en Argentina», declaró al diario «Sport» español. Mucho más que un título está en juego en Rusia 2018.

Por Cecilia Caminos (dpa)