Los problemas financieros del sur de Europa

Lisboa/Roma/Atenas/Madrid, 29 may (dpa) – Portugal, España, Italia y Grecia, cuatro países del sur de Europa, asimilaron la gran crisis económica y financiera de 2008 de forma diferente.

De todo se puede ver en estos países, desde crecimiento o estancamiento hasta la esperanza de vengan tiempos mejores

ITALIA

Italia vive actualmente un terrible «déjà-vu». Tras el fracaso del Gobierno ideado por la coalición de fuerzas populistas, las alarmas saltaron en los mercados financieros presionando enormemente al país y despertando los fantasmas de la crisis del euro en 2011-2012. Italia es después de Grecia el país con mayor endeudamiento de la eurozona: un 130 por ciento del Producto Interno Bruto, aunque la normativa de la UE no permiten que se supere el 60 por ciento.

Tras una larga recesión, la economía vuelve a crecer desde 2015, pero lo hace débilmente. Para este año se espera un crecimiento del 1,4 por ciento. El desempleo se ha estancado en un nivel alto del 11 por ciento. Las reformas que durante los últimos años pusieron en marcha los socialdemócratas se han acometido de forma parcial, pero son insuficientes. Muchos se sienten descolgados del sistema.

Eso ha servido a partidos como la ultraderechista Liga y el partido antisistema Movimiento Cinco Estrellas que, pese al fuerte endeudamiento, han prometido una rebaja fiscal y una renta básica que difícilmente es financiable. Además han endurecido la retórica antieuropeísta. Como los mercados son especialmente sensibles a estas propuestas, el presidente del país Sergio Mattarella puso el freno al impedir el gobierno que querían formar Gobierno con una ministro de fiananzas crítico con el euro. La coalición no ha prosperado. Y el enojo de los italianos es mayor, pues se sienten dirigidos por la UE, por los alemanes y el establishment. Probablemente tanto la Liga como Cinco Estrellas consigan más votos en la nueva convocatoria de elecciones.

ESPAÑA

Las recientes informaciones desde Madrid preocupan en algunas capitales europeas. El viernes, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, reelegido en la segunda mitad de 2016, se someterá a una moción de cesura presentada por el principal partido opositor, los socialistas. El conservador Rajoy no cuenta con una mayoría parlamentaria, pero se considera poco probable que acabe siendo apartado del poder, pero lo que parece inevitable es que se convoque un adelanto de elecciones todavía este año. Los casos de corrupción y la crisis independentista de Cataluña le han costado muchos puntos en las encuestas al político de 63 años.

En lo que respecta a la economía, Rajaoy consiguió sacar al país de la crisis con reformas y duros planes de austeridad. En 2017, por tercer año consecutivo, el país registró un crecimiento económico de más del tres por ciento. La tasa de desempleo cayó a casi el 17 por ciento y tan sólo en 2017 registró un bajada de dos puntos porcentuales. Tras la grave crisis económica y financiera de 2008 y 2009 y la crisis del euro, España llegó a perder 3,3 millones de puestos de trabajo. A comienzos de 2013, la tasa de desempleo llegó a registrar un récord del 26,9 por ciento. A pesar de la recuperación de los últimos años los índices de desempleo siguen siendo de los más altos en el conjunto de la Unión Europea (UE).

PORTUGAL

Con un crecimiento del 2,7 por ciento en 2017, Portugal figura en un buen lugar en la Eurozona. La tasa de desempleo, que en 2013 llegó a ser del 17,5 por ciento, cayó por debajo del 8 por ciento, la marca más baja desde 2004. El país celebra un récord de emisión de bonos y paga el crédito antes de tiempo. Y lo que no es menos importante: Portugal goza de estabilidad política, algo que no pocos en la UE envidian.

El primer ministro socialista António Costa, en el Gobierno desde 2015, ha ido flexibilizando poco a poco la política de austeridad y con ello ha conseguido ganarse el favor de parte de la población. No obstante, cumple con las disposiciones de Bruselas. El año pasado, Lisboa consiguió con un 0,9 por ciento registrar el déficit de las cuentas públicas más bajo desde la Revolución de los Claveles en 1974.

GRECIA

El país se encuentra en un punto de inflexión: en agosto vence el tercer rescate desde 2010 de 86.000 millones de euros. Atenas confía en haber recuperado hasta entonces la suficiente confianza para volver a conseguir capital por medios propios.

El Gobierno de coalición, integrado por el partido izquierdista (Syriza) y la derecha nacionalista de Griegos Independientes (ANEL), se encuentra bajo presión. Tendrá que seguir haciendo reformas y emprender dolorosos recortes de las pensiones. Hasta la fecha, el jefe de Gobierno, el líder izquierdista Alexis Tsipras, ha aplicado todas las reformas, pero ahora se acercan las elecciones que, como muy tarde se celebrarán en septiembre de 2019.

La situación del pequeño país mediterráneo sigue siendo crítica. El endeudamiento de las cuentas públicas bate el récord dentro de la eurozona con casi el 180 por ciento. Desmantelar esa deuda debería ser una necesidad de primer orden. El crecimiento, que se espera que ronde un 1,9 por ciento este año y como máximo un 2,3 % para el próximo, no podrá curar las heridas. El desempleo sigue estando sobre el 20 por ciento y casi uno de cada tres empleados trabaja a tiempo parcial. Además, cerca de un 40 por ciento de los jóvenes no tiene empleo. Más de 400.000 griegos con buena formación han emigrado.

Por los corresponsales de dpa (dpa)