El FUNiño, un nuevo método de entrenamiento que genera polémica

Stuttgart (dpa) – ¿Qué es el FUNiño? La mejor manera de comprender el término es desmenuzándolo. La contracción se compone de la palabra inglesa para «diversión» y la palabra española para «niño».

En resumen, se trata un partido de fútbol para los más pequeños, y se podría describir de la siguiente manera: tres contra tres con cuatro pequeños arcos sin portero.

Es un juego para niños que preocupa a algunos adultos, ya que muchos temen que esta práctica futbolística comience a utilizarse en los clubes de fútbol alemanes más de lo que se debería.

En la última asamblea del comité ejecutivo, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) quería abordar el futuro de Funiño. En caso de decidirse a favor del FUNiño, la DFB recomendaría la reforma correspondiente a las asociaciones regionales para la próxima temporada.

Según los planes, los niños de cinco a nueve años podrían jugar FUNiño en el futuro y sólo a partir de la categoría sub-10 continuarían con el entrenamiento habitual, es decir en equipos más grandes y con dos porterías y sus correspondientes arqueros.

«Queremos una campaña central para la nueva temporada», confirmó el vicepresidente de la DFB, Hans-Dieter Drewitz, a la revista alemana «kicker» en abril.

Meikel Schönweitz, director de las selecciones nacionales juveniles de la DFB, dijo a dpa: «Las nuevas formas de juego deben dar a todos los niños y niñas que se encuentran en el campo de juego la oportunidad de participar lo más posible, de tener más contactos con el balón, de poder planear sus propias acciones, de marcar goles y, por lo tanto, de tener un sentido personal de logro».

El nuevo enfoque no será una orden, sino sólo una recomendación. De este modo, si un club de fútbol quiere que sus jugadores más jóvenes jueguen siete contra siete con dos porterías de tamaño normal, la federación no impondrá sanciones.

Sin embargo, desde que se conocieron los planes con respecto a FUNiño, en los clubes aficionados se libran feroces discusiones.

En primer lugar, está la preocupación financiera. Muchos clubes se preguntan: ¿Quién me paga por todos los miniarcos que tendría que comprar? Por otro lado no faltan los signos de interrogación en torno a la eficacia de esta novedosa práctica.

En vista de los planes de la DFB, el ex portero alemán Bodo Illgner, campeón del mundo con la selección alemana en 1990, expresó su preocupación por el futuro entrenamiento de los guardametas en una columna de «kicker».

«No puede ser que los niños tengan su primer contacto con un arco normal recién a los 10 u 11 años», escribió el jugador de 52 años. «Ya es un problema que un portero de entre 6 y 10 años, que no entrena tan a menudo, no se sepa las reglas básicas del juego o no las profundice».

Sin embargo, ¿están justificadas todas estas preocupaciones o es que las ventajas superan a las desventajas?

El ex entrenador nacional de hockey Horst Wein diseñó este método de «fútbol a la medida del niño» en la década de 1980, al hacerse cargo de los entrenamientos de los equipos infantiles de fútbol.

La Federación Alemana de Fútbol reconoció, a más tardar tras los desoladores resultados de la selección alemana en el Mundial de Fútbol de Rusia 2018, cuando quedó eliminada en la fase de grupos, que se estaba descuidando la formación de individualistas con buena técnica.

En este contexto, FUNiño podría, en opinión de la federación, convertirse en un elemento fundamental para la recuperación del fútbol alemán.

FUNiño le ofrece a cada niño la oportunidad de tener más contactos con la pelota y hacer más goles; el juego es más dinámico. Además, los numerosos clubes en zonas rurales tendrían menos problemas para formar equipos, ya que solo se necesita un escaso número de jugadores.

«La experiencia ha demostrado que la reacción de los niños es muy buena y que esta forma de juego tiene sentido», aseveró Schönweitz.

Por Nils Bastek y Miriam Schmidt (dpa)

Foto: Uwe Anspach/dpa