American Hustle, de vuelta al cine clásico

On the Set of 'American Hustle', New YorkPor Liliana Martínez-Scarpellini (dpa) – En plena pretemporada de premios comienzan a aflorar los que pueden acabar coronados como los mejores títulos del año con las estrellas más en boga de la cartelera, y «American Hustle» parece encajar en esa categoría.

A falta de lo que puedan decir los críticos de cine y la taquilla, esta cinta de David O. Rusell («Silver Linings Playbook») tiene las hechuras de una película importante, con un reparto de muchos enteros y una historia para que todos puedan destacar de una u otra forma.

Para empezar está Christian Bale en el papel protagonista, el de Irving Rosenfeld. Se trata de un hombre brillante, quien junto a su amante británica, Sydney Prosse -interpretada por Amy Adams-, es reclutado para trabajar para un agente del FBI, Richie DiMaso, al que da vida Bradley Cooper.

A través de esa conexión, entrar a formar parte de un mundo turbio de mafiosos y una atmósfera complicada de navegar, todo ello basado en una historia de la vida real durante la década de los 70, con un estilo que recuerda mucho a los años maduros de Martin Scorsese y su gusto por las cintas ambientadas en Nueva York y sus alrededores. Olor a cine clásico.

Cooper y Bale, junto con Jeremy Renner, se reparten el protagonismo en un filme donde también hay un interesante enfrentamiento interpretativo entre Adams y Jennifer Lawrence, la actriz más cotizada del momento en la meca del cine tras alzarse con el Oscar precisamente con la anterior película de O. Russell. Una la amante y la otra la esposa de Irving Renner, crean un enfrentamiento notorio que ayuda a la cinta a ganar muchos puntos.

Sin embargo, Bale tuvo muchas reticencias cuando supo que Lawrence («Los Juegos del Hambre») había sido la elegida para hacer el papel de su mujer, por aquello de la diferencia de edad, y así lo manifestó abiertamente al principio del rodaje. «Soy lo suficientemente viejo como para ser su padre. Cumplo 40 años el año que viene y ella tiene 22», dijo en una rueda de prensa reciente.

Sin embargo, el británico aseguró que Lawrence dio una nueva dimensión al personaje con la madurez suficiente como para que no se notara esa brecha de edad. «Me quedé muy impresionado con ella, como consiguió superar los problemas que se presentaron, convirtiéndola en una película única», indicó el galardonado actor.

No fue, sin embargo, un rodaje fácil de llevar adelante puesto que coincidió con las bombas que estallaron durante el maratón de Boston y que acabaron con la vida de tres personas y causaron heridas a más de 200. Esos hechos demoraron producción, aunque al final se pudo terminar sin contratiempos.

Todo ello para un guión que en principio estaba en el cajón del olvido, junto a otros libretos ilustres que cada año forman parte de la lista negra de aquellas historias de mucha valía que no consiguen el cariño suficiente por parte de los estudios de Hollywood.

En esa lista negra del año pasado estaba un guión titulado originalmente «American Bullshit» escrito por Eric Warren Singer. La historia fue aceptada finalmente por Sony Entertainment y producida por Charles Roven y Richard Suckle, con Ben Affleck como candidato a director de la cinta antes de que David O. Russell se hiciera cargo de ella finalmente. Fue él el responsable de cambiar el título y de reescribir casi todos los personajes, convertidos en una especie de caricaturas de sus figuras en la vida real.

«American Hustle» entrará a tiempo de poder participar en los premios gordos de la temporada que viene, con una terna de actores que a buen seguro le darán opciones de encumbrarse más allá de los siempre necesarios frutos de la taquilla.