(SF) – El mundo del ocio y la cultura intentan reinventarse a marchas forzadas. La pandemia se ha cebado especialmente con un sector que precisa de público numeroso para poder rentabilizar espectáculos y eventos de todo tipo.
Tal es así que ya se están llevando a cabo experimentos para estudiar medidas para hacer frente a la propagación del coronavirus en los conciertos en directo.
Uno de los más interesantes ha sido realizado en Alemania donde se ha reunido a 1.400 personas en un concierto del compositor y cantante Tim Bendzko. Durante el evento se probaron diversas formas de realizar el espectáculo (distancias de seguridad, sin distancia, distintas entradas, una misma entrada, etcétera). Los asistentes llevaban mascarilla, unos geles de manos fluorescentes y había cámaras que filmaban los aerosoles y su movimiento.
El experimento ha sido monitorizado por el equipo de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg y dirigido por el Dr. Stefan Moritz (director de enfermedades infecciosas clínicas).
Durante el evento encontraron que el sistema de ventilación era una variable vital para limitar la transmisión del virus y que en el momento que probaron una entrada permanente de aire fresco al recinto, la propagación bajó de manera importante.
Experimento suspendido en Barcelona
Primavera Sound, la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol tenían previsto realizar un evento de estudio en la Sala Apolo de Barcelona que finalmente ha sido suspendido. El estudio clínico de cribaje masivo en acontecimientos de música en vivo previsto ha sido pospuesto hasta nueva fecha. El motivo es la situación generada por el “nuevo contexto social y sanitario de la pandemia”.
