Oviedo, 26 may (EFE).- Facilitar el acceso a la financiación, aumentar la base exportadora, mejorar la seguridad laboral o incorporar nuevas tecnologías a los negocios son algunas de las 29 medidas que integran la estrategia industrial para Asturias, que pretende impulsar la competitividad, internacionalización e innovación de las empresas asturianas durante los próximos años.
El fin de las infraestructuras pendientes, el apoyo a la creación de consorcios, la promoción de la colaboración entre empresas tractoras y pymes, el desarrollo de la formación dual, la mejora de la competitividad agroalimentaria, la atracción de inversiones extranjeras, el refuerzo de la relación con la Universidad y la promoción de la eficiencia también forman parte de este paquete de medidas.
No incluye, sin embargo, nada sobre la posibilidad de reducir la fiscalidad de las empresas asturianas, puesto que no hubo consenso sobre este aspecto entre los agentes económicos y sociales que lo han negociado.
El plan ha sido presentado hoy por el presidente del Principado, Javier Fernández; el consejero de Economía, Graciano Torre, los secretarios generales de UGT y CCOO de Asturias, Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino, y el vicepresidente de la patronal, Jacobo Cosmen, en un acto celebrado en la sede del Gobierno regional al que han asistido una amplia representación de los agentes sociales.
Esta iniciativa, que había sido comprometida en el último Acuerdo por el Empleo y el Progreso de Asturias 2013-2015, pretende conseguir que Asturias siga siendo una región en el que la industria teniendo un fuerte peso, como ocurre en la actualidad, pese al impacto de la crisis.
El plan recoge cuatro objetivos: construir una industria más competitiva mediante la optimización de costes y aumento del tamaño de las empresas; fomentar la internacionalización para aumentar la base exportadora; conseguir un sector industrial innovador y lograr un tejido industrial más sostenible reduciendo la siniestralidad laboral y compatibilizando la actividad con la calidad ambiental.
«Asturias ni debe ni puede conformarse con ser un parque temático», ha afirmado el presidente asturiano, antes de asegurar que, a día de hoy, se puede asegurar, con toda prudencia, que «el corazón industrial de Asturias ha resistido la recesión».
En su opinión, la región cuenta con bases sólidas para construir una industria más competitiva e innovadora y, por lo tanto, no puede conformarse con haber resistido, si no que tiene que apostar por su potenciación.
En Asturias, la industria aporta al año 3.300 millones de euros al producto interior bruto regional y genera cerca de 57.000 puestos de trabajo, según ha recordado Torre, que ha incidido en que el Principado «sigue siendo un claro exponente de región industrial».
Torre ha agradecido la voluntad de consensuar que han tenido todas las partes a la hora de diseñar esta estrategia, cuestión en la que también ha incidido Antonio Pino, que ha señalado que más que una estrategia es un plan industrial que CCOO venía demandando desde 2007.
Según Pino, seis años después la industria regional «sufre un grave deterioro» por lo que hay que actuar para que ésta sea la base fundamental de la recuperación económica con medidas a corto y medio plazo que permitan garantizar su futuro.
Braga también ha afirmado que las leyendas urbanas que había sobre Asturias, como la de la alta conflictividad laboral o la falta de infraestructuras, ya no son excusa ni forman parte de un problema para potenciar la industria asturiana que, en su opinión, debe ganar tamaño para poder competir en la Unión Europea.
Ha apostado también por extender al Parlamento asturiano el consenso alcanzado entre Gobierno, sindicatos y patronal.
El vicepresidente de la patronal ha reconocido que el documento presentado hoy puede servir de guía para que la industria asturiana recupere protagonismo, a pesar de que en la estrategia no se han incluido aspectos como la fiscalidad que, en su opinión, debería rebajarse a las empresas asentadas en el Principado para que puedan competir mejor con las de otros territorios.
Sobre esta cuestión, el presidente del Principado le recordó posteriormente que el impuesto de Sociedades es el que más peso tiene y que ese tributo es de competencia exclusivamente estatal.
En su opinión, por lo que sí hay que trabajar es por conseguir una sintonía fiscal en el impuesto de sociedades en toda la Unión Europea ya que la ausencia de una base común está favoreciendo una competencia fiscal entre países que debería suprimirse.