Fráncfort, 4 oct (dpa) – Las start-ups alemanas lograron recaudar notablemente más fondos de inversores que algunos de sus competidores europeos, según muestra un análisis de la empresa de consultoría Ernst&Young (EY) al que tuvo acceso dpa.
Unos 2.400 millones de euros recibieron las empresas en crecimiento germanas en el primer semestre del año, un 13 por ciento más que en el mismo período del año pasado. Con ello, las start-ups alemanas se colocaron por delante de las francesas, que lograron recaudar 2.000 millones de euros, y de las suecas y suizas, según el estudio.
Pero en el ámbito europeo, las empresas emergentes británicas son las indiscutidas vencedoras, con una recaudación de 3.100 millones de euros. Londres también es la capital europea de start-ups, con un flujo de fondos de 2.000 millones de euros. Berlín ocupa el segundo lugar con 1.600 millones de euros, mientras que París se sitúa en el tercer puesto con 1.400 millones de euros.
En Gran Bretaña fueron principalmente jóvenes empresas del ámbito financiero las que recibieron capital, en Alemania fueron start-ups dedicadas al comercio online.
El mayor movimiento de 2018 fue -con 460 millones de euros- la inversión que realizó el consorcio japonés de telecomunicaciones e internet Softbank en la start-up berlinesa Auto1, una plataforma online para coches usados. La tercer mayor financiación fue la salida a bolsa del comerciante online de muebles Home24 (172 millones de euros).
En total, las empresas emergentes europeas registraron valores récord. El flujo de fondos aumentó un 27 por ciento hasta los 10.200 millones de euros, según EY el mayor valor anotado en los primeros seis meses de un año. El número de rondas de financiación creció un 19 por ciento hasta llegar a casi 2.000.
«La disposición a invertir de los proveedores de capital sigue siendo alta y cada vez se invierten sumas mayores», señaló Peter Lennartz, socio de EY.
Inversores -como fondos de capital riesgo y empresas- invierten capital en start-ups con la esperanza de que algunas logren imponerse y les reditúen altas ganancias. Los fundadores de start-ups, por su parte, dependen de patrocinadores para financiar sus planes de crecimiento.