Moscú, 14 mar (dpa) – Ha sido un golpe insulamente duro contra la libertad de prensa, incluso para los estándares rusos: las autoridades de supervisión mediática en Moscú añadieron a su controvertida lista de webs prohibidas cuatro de los portales más populares para la formación de opinión independientes de la propaganda estatal y del presidente Vladimir Putin.
Así, todo el que intenta ahora entrar en los portales kasparov.ru, grani.ru y ej.ru o en el del político opositor Alexei Navalny (navalny.livejournal.com), se encuentra con una página de error o la información de que la web ha sido prohibida. También la web de la emisora de radio crítica con el Kremlin Echo Moskvy denunció bloqueos por momentos en la noche del jueves al viernes.
En el diario online «Eshednevny Journal» conocidos expertos analizan desde un punto de vista crítico la política rusa. Y es que los comentarios independientes del Kremlin son muy «codiciados» en Rusia. Por ejemplo, el portal kasparov.ru -que lleva el nombre del político opositor y campeón mundial del ajedrez Garri Kasparov- informa de detenciones y peticiones de los opositores durante las acciones de protesta.
También en la ahora prohibida grani.ru, la oposición se manifiesta, al contrario de lo que ocurre en los medios controlados por el Kremlin. La web publicó por ejemplo una carta de intelectuales rusos que criticaron duramente la política de Putin en Ucrania, que consideraron que la anexión de la península de Crimea es «muy peligrosa» y una violación del derecho internacional.
La influencia de estos medios queda sin embargo ahora recortada. «Estas webs contenían llamamientos a actividades ilegales», justificó la autoridad de supervisión mediática en Moscú las órdenes de bloqueo. Hace tiempo que el Kremlin sigue con suspicacia el flujo descontrolado de opiniones en Internet.
La cúpula de Moscú ha aprobado continuamente leyes que suponían una gran intervención en el sector mediático, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el extremismo o de la protección a la infancia. Los activistas advierten desde hace mucho tiempo de que la libertad de prensa está amenazada y que se ha introducido la censura.
Hace semanas que la televisión online crítica con el Kremlin Doy, que parece a punto de echar el cierre, denuncia presiones porque varios ofertantes rusos han desconectado el canal de la red.
También la agencia online Lenta.ru se ha visto sometida a la presión del Kremlin tras informaciones críticas sobre la crisis de Ucrania. Primero, la redactora jefe y la directora general tuvieron que abandonar el portal y después 39 empleados dejaron su trabajo en protesta por la influencia estatal.
«El periodismo independiente no les sirve a los poderosos, pero es necesario un apoyo propagandístico», comentaba el diario «Vedomosti» la tendencia creciente en Rusia. Uno de los últimos bastiones de la libertad de opinión en prensa en Rusia sigue siendo el diario crítico con el Kremlin «Novaya Gazeta», para el que una vez trabajó la opositora Ana Politkovskaya hasta que fue asesinada en 2006.
Las autoridades de Moscú no pueden sin embargo paralizar totalmente el funcionamiento de las webs porque sus servidores están registrados fuera de Rusia, pero en el país los bloqueos son fácilmente posibles sin necesidad de permiso judicial. Además, evadirlos cuesta mucho esfuerzo, pues las empresas de telecomunicaciones instalaron una amplia infraestructura para bloquear las webs y vigilar la información.
Los ataques a la libertad de prensa en medio de la crisis en Crimea muestran que a la cúpula rusa no le interesa una cultura de debate público ni tampoco la competencia ni el compromiso político. «Sólo hay espacio para las represiones», señala un comentario de «Vedomosti».
Por Ulf Mauder