Prolongar al mejor Cristiano: el desafío para la Juventus

Berlín/Turín, 11 jul (dpa) – Ahora que la Juventus concretó la incorporación de Cristiano Ronaldo, al heptacampeón italiano se le plantea un nuevo desafío: lograr que el rendimiento del astro portugués se mantenga en el tiempo.

A los 33 años, Cristiano Ronaldo no mostró vestigios de estar sintiendo el paso de las temporadas y llegó a Turín con una premisa: ganar por sexta vez la Liga de Campeones y darle a la Juventus su tercer trofeo de la máxima competición europea.

Una leyenda de Juvenuts como Paolo Rossi está convencido de que así será. «Con Ronaldo, Juventus tiene todo para ganar la Champions League», aseguró el ex goleador italiano al diario «La Gazzetta dello Sport», en una entrevista en la que dejó en claro que no le preocupan los 33 años de Cristiano.

«El que tiene dudas debido a la edad de Ronaldo debe mirar hacia atrás en algunos de sus partidos de la temporada pasada. Ronaldo tiene el físico de un joven de 27 años. Él sigue siendo una pesadilla para los oponentes», explicó el goleador del Mundial de 1982.

Para Rossi, hay un argumento adicional para creer en que el luso podrá revolucionar al fútbol italiano: la motivación. «Cristiano no ha elegido Italia para ser un jubilado de lujo. Jugará todos los partidos para demostrarle a (el presidente del Real Madrid) Florentino Pérez que haberlo vendido fue un error. La motivación no envejece».

Otra gloria como Alessandro del Piero se pronunció en el mismo sentido. «Su fichaje es muy bueno para la Juventus y excelente para el fútbol italiano. Será maravilloso para toda la ciudad y para el fútbol italiano disfrutar de todo lo que aún puede hacer», dijo Del Piero en la cadena Sky Sport Italia.

«La Juventus quiere ser reconocida como uno de los mejores clubes del mundo y volver a ganar la Champions. Con Cristiano, todo eso será posible», remarcó el astro, que integraba el equipo que ganó por última vez el trofeo en 1996.

Sin embargo, la vara para el ex jugador del Real Madrid y para la Juventus es altísima: otra cosa que no sea el título de la Champions tendrá gusto a poco, en un club que viene de celebrar siete Ligas italianas y cuatro Copas de Italia de forma consecutiva, sin contar con su fichaje estrella.

Desde 2010, cuando el Inter de Milán venció en la final al Bayern Múnich, ningún club italiano ha podido levantar el trofeo más esperado. Incluso, la propia Juventus llegó a dos finales en 2015 y 2017, pero cayó en ambas definiciones ante el Barcelona y el Real Madrid.

Ante esas dos realidades tan contrastantes, Juventus parece haber conseguido la pieza del puzzle que le restaba: incorporó al máximo goleador histórico de la competición, que además llega tras ganar cuatro de las últimas cinco ediciones del certamen. En total, el luso lleva anotados 120 goles en la Liga de Campeones y, sumado al trofeo que ganó con el Manchester United, ya logró el título cinco veces.

Pero no sólo eso. El golpe que dio en el mercado parece haber debilitado al rival más poderoso de la competición. Habrá que ver si el Real Madrid, ganador de 13 títulos, puede sostener la hegemonía sin el jugador símbolo que le daba el salto de calidad en los momentos decisivos.

Por lo pronto, la «Vecchia Signora», al menos, ya no tendrá enfrente a uno de sus verdugos más temibles. En 2015, el portugués anotó los dos goles del Real Madrid en la semifinal, pero fue la Juventus la que se quedó con el pasaje a la definición.

Dos años después, Cristiano se despachó con un doblete en la final para ahogar el festejo turinés en la definición disputada en Glasgow. Y el año pasado, Cristiano marcó tres goles, entre ellos uno inolvidable de chilena en el partido de ida, para eliminar a Juventus en los cuartos de final.

Aquella noche, los fanáticos locales dentro del estadio aplaudieron la exhibición del jugador del Real Madrid, que respondió con gestos de agradecimiento.

¿Fue ese el comienzo de una hermosa amistad que terminará con ellos llegando a la final del próximo año en Madrid en el Estadio Metropolitano del Atlético? Sólo el tiempo lo dirá.

Por Pete Jenson (dpa)