Nadal busca ampliar su leyenda en París

París, 26 may (dpa) – Un undécimo Roland Garros, ni más ni menos: eso buscará Rafael Nadal las próximas dos semanas en París, cuando intente asaltar una vez más su torneo fetiche en una carrera en la que compite ya contra sí mismo.

El tenista español, que el año pasado se convirtió en el primer jugador en ganar diez veces el mismo Grand Slam, llega a la capital francesa en plena forma tras ganar los títulos de Montecarlo, Barcelona y Roma.

Una imagen clásica, desde luego, pero no menos notable después de la lesión en el psoas ilíaco que sufrió a principios de la temporada, durante el Abierto de Australia, y que lo marginó de Acapulco, Indian Wells y Miami.

Al regresar, sin embargo, Nadal no ofreció dudas sobre su nivel y ganó su undécimo título tanto en la capital catalana como en el Principado. Unas semanas más tarde, consiguió su octavo trofeo en el Foro Itálico.

«Desde que volví he jugado bien, he jugado muchos partidos y he tenido éxito», expresó Nadal, que debutará ante el italiano Simone Bolelli tras el abandono por lesión de Aleksandr Dolgopolov. «Pero cada torneo es diferente, y estoy aquí para dar lo mejor de mí y e intentar ser muy competitivo», añadió el campeón de 16 Grand Slam.

En la gira sobre polvo, el mallorquín solo tropezó en Madrid, cuando el austríaco Dominic Thiem le cortó en cuartos de final una racha de 21 triunfos en canchas lentas y recordó al mundo que el rey de la arcilla no es imbatible.

A esa esperanza, que suele ser más pequeña al mejor de cinco sets, se aferra no solo Thiem, sino también el alemán Alexander Zverev, quien asoma como el otro gran rival de Nadal en la Porte d’Auteuil ante las ausencias de jugadores como el suizo Roger Federer o el británico Andy Murray.

Zverev, de 21 años, llega a Roland Garros lanzado tras ganar títulos consecutivos en Múnich y Madrid y caer en la final de Roma ante Nadal, en una ajustada definición.

No obstante, su cuenta pendiente son los torneos grandes, donde nunca pasó de la barrera de los octavos de final. Zverev, que ganó ya tres títulos de Masters 1000, buscará superar ese límite en París, aunque no quiere presionarse.

«Estoy intentando no pensar demasiado lejos. Ya lo hecho antes en otros Grand Slams y he perdido pronto», dijo el número tres del mundo, que debutará ante el lituano Ricardas Berankis.

Además de Thiem y de Zverev, el serbio Novak Djokovic aparece como otro rival a tener en cuenta para Nadal, aunque el ex número uno no está en su mejor nivel y busca consistencia después de la lesión en el codo que lo dejó fuera del circuito durante la segunda parte de 2017.

«Novak es uno de los mejores jugadores de la historia en nuestro deporte», afirmó el español al respecto. «No creo que esté volviendo. Él siempre ha estado», señaló.

«A veces cuando vuelves de las lesiones es difícil jugar bien desde el comienzo, pero ha jugado un gran torneo en Roma y no hay dudas de que será uno de los candidatos a ganar aquí», expresó Nadal.

El la actual edición, ambos se encuentran en distintos sectores del cuadro, por lo que únicamente podrían enfrentarse en la final.

Nadal, en cualquier caso, aseguró que no piensa tan lejos. «No pienso en a quién podría enfrentarme en la final. Tengo mucho trabajo que hacer antes de ello», comentó.

OSTAPENKO DEFIENDE TÍTULO EN EL REGRESO DE SERENA

En el cuadro femenino, la letona Jelena Ostapenko defenderá el sorprendente título que consiguió el año pasado, cuando se recuperó de un primer set perdido y venció a la rumana Simona Halep.

Ostapenko, que hoy ocupa el quinto lugar del ranking, entiende ahora la presión que implica ser campeona.

«La gente simplemente espera más de ti, y hay más atención de todo el mundo. Y también entre las jugadoras, como que cada jugadora quiere vencerte», afirmó la jugadora de 20 años, que debutará ante la ucraniana Kateryna Kozlova.

«Me siento bien. Tuve unos buenos resultados en arcilla y algunas victorias», añadió.

Sin embargo, la novedad será el regreso de la estadounidense Serena Williams, que vuelve a un grande tras más de un año y medio de ausencia.

Williams, que ganó el Abierto de Australia de 2017 estando embarazada, regresó este año al circuito tras ser madre, aunque aún está lejos de su mejor nivel. Pero en París, donde ya ganó tres veces, la historia puede ser distinta.

La campeona de 23 grandes arrancará ante la checa Kristyna Pliskova y se cruzará, de seguir avanzando, con la española Garbiñe Muguruza y Halep, la número uno del mundo, que transitan por esa misma parte del cuadro y son dos de las favoritas a ganar el torneo.

Por Manuel Dueñas (dpa)