Nadal abandona y permite que Del Potro avance a la final del US Open

Nueva York, 7 sep (dpa) – El argentino Juan Martín del Potro selló hoy su pase a la final del Abierto de tenis de Estados Unidos por segunda vez en su carrera al aprovechar el retiro del español Rafael Nadal, que caía 7-6 (7-3) y 6-2 cuando decidió abandonar por una molestia en la rodilla derecha.

Del Potro, número tres del mundo, quebró la resistencia del máximo favorito tras un set inicial muy parejo, y a partir de allí dominó a voluntad en el segundo parcial, cuando el campeón defensor ya empezaba a notar molestias en su articulación.

«No es lo mejor ganar de esta manera. Me encanta jugar contra Rafa porque es el máximo luchador de nuestro deporte y no me gusta ver que sufra en una pista. Ojalá no sea nada grave», destacó el argentino en la pista. «La clave del match fue el primer set, fue muy importante haberlo ganado y ahora estoy muy feliz de estar en la final de nuevo», afirmó Del Potro.

«Tener que retirarme es una sensación peor que la de haber perdido», dijo por su parte un angustiado Nadal apenas unos minutos después de haber abandonado. «Sentía mucho dolor. Odio tener que retirarme pero seguir así era demasiado. Continuar un set más de esta forma hubiese sido demasiado para mí», explicó el número uno del mundo.

Durante el set inicial, Nadal fue vendado debajo de la rodilla en el cambio de lado del 4-3 y en el siguiente se quitó el vendaje. Sin protección jugó la definición del set y los primeros tres games del segundo, cuando recibió de nuevo atención médica y le colocaron otra vez la cinta debajo de la rodilla.

A esa altura, ya no había partido y Del Potro ganó cuatro de los siguientes cinco juegos para asegurarse el segundo set.

Dolorido en la rodilla, ante un rival que lo superaba y con la obligación de ganar tres sets para volver a una final, Nadal entendió que ya no era posible seguir en la pista y resolvió abandonar, tras hablar de nuevo con el médico.

«Sentí un pinchazo en el 2-2 del primer set», dijo después el español, que aseguró que la molestia es la vieja dolencia en el tendón rotuliano que ya lo tuvo a maltraer el año pasado, pero aclaró que no hubo ninguna rotura. «Es lo que ya conocemos y es lo que tenemos que tratar».

De esa manera, el argentino se aseguró su segunda final de Grand Slam y volverá a pelear por el título como en 2009, cuando levantó su único título grande. Su rival será el vencedor del choque entre el serbio Novak Djokovic y el japonés Kei Nishikori.

«No esperaba volver a tener este tipo de emociones jugando al tenis otra vez. Alcanzar de nuevo una final de Grand Slam, en mi torneo preferido, ganar títulos, tener mi mejor ranking en este momento, todo es casi perfecto», confesó Del Potro horas más tarde, durante una rueda de prensa en la que lució emocionado y muy sereno.

Si fuese boxeo, podría decirse que no hubo round de estudio. Del Potro salió a pegarle duro a la bola como venía haciendo en el torneo y Nadal respondió con una agresividad que le había costado encontrar a lo largo de las dos semanas.

La intensidad de ambos y el apuro en tomar el centro de la pista para no ceder la iniciativa dio como combo un duelo de alta tensión desde la primera bola. El argentino golpeó de entrada con un quiebre, pero el español respondió con una rotura al juego siguiente.

No se daban tregua y a un tiro ganador de Del Potro le seguía una defensa de Nadal con un ángulo imposible. Y en ese contexto, el número uno del mundo daba una sensación de mayor solidez con su servicio y amenazaba con romper el del argentino.

Sin embargo, cuando el número tres mundo pareció haber perdido un poco de precisión con su derecha, un mal juego de servicio de Nadal le dio la posibilidad de quebrar. Pero como en el inicio, el español volvió a recuperarse de inmediato para llevar el choque a un tie break.

En el desempate, Del Potro impuso toda su potencia ante un español que empezaba a mostrar problemas de movilidad. Allí empezó a definirse el partido, ya que Del Potro levantó su rendimiento y Nadal dejó de ser el frontón que había sido en el set inicial.

«Lo vi sufrir mucho durante el segundo set, con algunos dolores, pero estaba tratando de hacer mi juego. Me decía a mí mismo que sólo me centrara en mi juego, que no lo mirara porque nunca sabes lo que podría pasar en esas situaciones», explicó el argentino, que intentó aprovechar el momento para sacar ventajas en el marcador.

«Cuando lo vi con malos movimientos, empecé a jugar agresivamente, poniéndolo a correr mucho y a hacerlo mover. Entonces él decidió parar», añadió el tercer favorito, que en el segundo set quebró dos veces el saque de Nadal y tuvo ocasiones de hacerlo en los siguientes dos juegos.

A esa altura, el número uno del mundo padecía el partido y terminó de decidir su retiro cuando entregó el segundo parcial. «Era muy difícil para mí seguir jugando tanto tiempo, teniendo demasiado dolor», explicó un cabizbajo Nadal, que otra vez deja un Grand Slam por una molestia física, como le había pasado este año en el Abierto de Australia ante el croata Marin Cilic.

Por Ariel Greco (dpa)