Madrid/Motegi, 21 oct (dpa) – Sonrisa de niño bueno, velocidad endiablada y apetito insaciable, el español Marc Márquez está empeñado en escribir récord tras récord en la historia del motociclismo.
El piloto del equipo Honda se convirtió hoy en pentacampeón del mundo de MotoGP con 25 años, empatando en tercer puesto del podio histórico con el australiano Mick Doohan. Ya sólo tiene por delante los siete títulos de Valentino Rossi y los ocho de Giacomo Agostini.
Sin embargo, ninguno de ellos era tan joven como Márquez cuando celebraron su quinta corona en la máxima categoría de las dos ruedas. Doohan tenía 33, mientras que Agostini contaba con 29 y Rossi, con 26.
Márquez se aseguró el título con su victoria en el Gran Premio de Japón, sellando su quinto Mundial de MotoGP tras los de 2013, 2014 y 2016 y 2017. A ese palmarés habría que añadir un título de Moto3 en 2010 y otro de Moto2 en 2012.
Siete campeonatos del mundo con 25 años son palabras mayores y algunos ven a Márquez capaz de romper todos los récords que se le planteen.
«El límite de Márquez es inimaginable», aseguró Alex Crivillé, campeón de MotoGP en 1999, en un análisis esta semana en «Marca». «Creo que Márquez podrá batir mis récords», apuntó recientemente el propio Rossi, ídolo de la infancia de Márquez pero enemigo acérrimo en la actualidad tras varias polémicas dentro y fuera de la pista.
Freddie Spencer, doble campeón del mundo, también ve a Márquez capaz de todo. «No sé si tiene un límite (…) Seguro que su objetivo es ser el que más títulos haya ganado en MotoGP o 500», apuntó en una entrevista con «Marca».
Hace cuatro años, Doohan ya había dejado claro que había Márquez para rato. «Se ocupa de destrozar la moral de los rivales», dijo en una entrevista con «El País» en la que comparó a Márquez con el hombre más rápido del planeta: «Igual que solo hay un Usain Bolt, solo hay un Marc Márquez».
Los elogios no se detienen ahí. «Talento tenemos todos los que corremos en MotoGP. Pero hay gente que tiene ese algo. Él es como nuestro Lionel Messi o nuestro Neymar», comentó una vez a dpa su rival Stefan Bradl.
Más allá de poder igualar los títulos de MotoGP de Rossi o Agostini, también entra dentro de la lógica otro cálculo: que el español alcance las nueve coronas totales de «Il Dottore» e incluso, por qué no, los 12+1 (como se conocen los 13 títulos) de su compatriota Ángel Nieto o las 15 de Agostini. Edad para ello tiene.
«Si no ocurre nada, podría alcanzar los nueve de Valentino Rossi o los 12+1 de Ángel Nieto. Incluso, podría soñar con los 15 títulos de Giacomo Agostini. Márquez es único y, a día de hoy, es el mejor», opina Crivillé.
«Siete son muchos, pero la ilusión y las ganas son las mismas que en el primero», aseguró hoy el propio Márquez. «Esperemos que me queden muchos más. Puedes conseguir muchas victorias, muchas poles, ser muy espectacular, pero los pilotos se guían por los títulos con los que uno se retira».
Márquez mantiene todavía esa imagen de muchacho de oro, cara de niño feliz, pelo revuelto, sin barba, y unos aparentemente inocentes 1,68 metros de altura.
Sin embargo, todos conocen ya que detrás de ese rostro se esconde un piloto de hambre voraz. Y es que con el paso de los años tuvo roces con todos dentro de la pista -el más famoso de ellos el que tuvo en 2015 con Rossi-, pero casi siempre salió ganador.
Cuando el italiano ganó su primer título, en 1997, Márquez apenas tenía cuatro años. Con esa edad disputó su primera carrera. «Llevaba dos ruedecillas (enganchadas a la rueda trasera) porque aún no sabía ir recto del todo. El casco también me iba enorme. Acabé último, pero acabé», recordó hace tiempo.
Tras firmar un contrato con KTM con 14 años, Márquez debutó en el campeonato mundial un año después, en 2008. Pesaba sólo 34 kilos y medía 1,48 metros, por lo que tenía que poner un sobrepeso en su moto para poder competir.
En 2010 ganó su primer título en la categoría de 125cc. A la vez que vencía a sus rivales, el español se sometía a un dieta para sumar más masa corporal, pensando en un futuro en la categoría reina.
Tras operarse de la vista a comienzos de 2012 -«El momento más difícil de mi carrera»-, ganó esa temporada en Moto2. Al final del año decidió dar el salto en MotoGP en 2013, cuando conquistó un apretado título que se decidió en la última carrera.
El año 2014 tampoco empezó del todo bien para el español, que se rompió el peroné haciendo «dirt-track» en la pretemporada. Pero ni una rotura de peroné frenó a Márquez, que ganó las diez primeras carreras del año.
Aquella temporada batió el récord de victorias (13) y de poles (13). Además es el mejor «rookie» de todos los tiempos y el piloto más joven en ganar un Gran Premio de Moto GP, con apenas 20 años y 63 días. Es Márquez, un caníbal de los récords.
Por Ignacio Encabo (dpa)