Bangkok, 21 feb (EFE).- Naciones Unidas mostró hoy su «profunda preocupación» por los enfrentamientos entre la Policía tailandesa y manifestantes antigubernamentales que el pasado martes causaron cinco muertos y unos setenta heridos.
La oficina para los Derechos Humanos de la ONU en el Sudeste de Asia atribuyó a «un grupo bien armado asociado a los manifestantes» el inicio de la violencia, que incluyó disparos y el lanzamiento de una granada.
Los incidentes ocurrieron después de que la Policía intentara negociar con los manifestantes el desalojo de un campamento y las barricadas que los antigubernamentales mantienen desde hace semanas en una zona cercana a la sede del Gobierno.
«Es alarmante que enfrentamientos con armas potentes puedan ocurrir en el centro de Bangkok poniendo en riesgo la seguridad de manifestantes pacíficos y de la población en general», dijo la organización en un comunicado.
La ONU llamó a partidarios y detractores del Gobierno a desvincularse de grupos armados y a evitar cualquier forma de violencia, e instó a los líderes de las dos partes y a la Policía a garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley.
También urgió a las autoridades a iniciar una «rápida, completa e imparcial investigación» para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables de los incidentes violentos de los últimos meses.
Desde el 30 de noviembre, 16 personas han muerto y 689 han resultado heridas a causa de la violencia política, según el servicio de emergencias Erawan.
Los antigubernamentales volvieron a manifestarse hoy ante las oficinas de varias empresas vinculadas a la familia de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, y en la sede del organismo que regula el estado de excepción, vigente en Bangkok desde hace un mes.
El colectivo, que boicoteó las elecciones del 2 de febrero, persigue forzar la dimisión del Gobierno interino y sustituirlo por un consejo no electo que reforme un sistema político que consideran corrupto.
Mientras, agricultores del centro del país que marchaban con tractores hacia Bangkok y amenazaban con ocupar el aeropuerto, suspendieron la protesta al recibir el compromiso del Gobierno para pagar los subsidios atrasados a la producción de arroz.