Madrid, 26 sep (dpa) – La Liga española vivió hoy su jornada más loca con las derrotas de Barcelona y Real Madrid, que ofrecieron pésimas versiones de lo que se espera de dos conjuntos tan llenos de recursos.
Si el Barcelona sumó su primera caída en seis jornadas con su inesperado 2-1 ante el Leganés, colista antes de empezar el choque, el Real Madrid no se quedó atrás y perdió por 3-0 en su visita al Sevilla. Fue su cuarta derrota consecutiva en Liga en el Sánchez Pizjuán, que celebró el triunfo con clamor.
«El resultado se explica muy fácil: regalamos la primera mitad», reconoció el centrocampista Carlos Casemiro a «Movistar TV».
El Sevilla sólo tardó 17 minutos en adelantarse en el primer regalo de la noche de Marcelo en la salida de balón. Lo aprovechó André Silva, un delantero que crece y crece.
Cuatro minutos después llegó el segundo tanto local, que nació de un saque de esquina del Real Madrid. Realizó una cobertura pésima y André Silva lo aprovechó para firmar su «doblete». Con seis tantos, es el máximo anotador de la Liga española.
En pleno desconcierto forastero, Vázquez estrelló un balón en el palo y a los 39 minutos llegó el tercer gol sevillista. Esta vez fue Sergio Ramos quien firmó el regalo y Ben Yedder lo aprovechó.
Un disparo al palo de Gareth Bale, el único de los blancos que se salvó, fue todo lo que dejó el Real Madrid en la primera parte.
El equipo de Julen Lopetegui ofreció un recital de impotencia y acabó con diez jugadores por lesión de Marcelo. Todo le salió mal y el Sevilla desnudó sus carencias.
A pesar de las derrotas, Barcelona y Real Madrid siguen líderes con 13 puntos. Detrás aparece el Atlético de Madrid, ya a sólo dos puntos, precisamente el rival del sábado del equipo blanco en un clásico que se presenta apasionante.
El Barcelona también ofreció una pésima versión en Leganés. Su técnico, Ernesto Valverde, dejó en el banquillo a Luis Suárez y Jordi Alba por aquello de las rotaciones y lo cierto es que el inicio del partido pudo darle la razón, pues su equipo se adelantó a los 12 minutos con un buen gol de Coutinho.
Poco a poco, un mal Leganés se fue convirtiendo en un rival cada vez más incómodo y disciplinado. Su técnico, Mauricio Pellegrino, tenía un plan y sus jugadores lo ejecutaron a la perfección.
El modestísimo conjunto madrileño volteó el marcador en un minuto loco lleno de méritos locales y de deméritos forasteros.
A los 52 minutos, El Zhar completó un contraataque de videojuego ante la inexplicable pasividad de sus rivales y en la siguiente jugada Gerard Piqué le regaló el gol a Óscar Rodríguez. Literalmente. Le cedió el balón para que marcara con el arco vacío.
Sin más noticias de Messi ni de casi nadie más del Barcelona, más dos grandes intervenciones del arquero «Pichu» Cuéllar, se marchó un partido que sin duda abrirá heridas entre los hinchas azulgranas. No fue sólo la derrota, sino como se produjo. Todo lo contrario quedó para un Leganés que con cuatro puntos abandonó la última posición del torneo.
Tampoco corren buenos tiempos para el Valencia, que empató 1-1 ante el Celta de Vigo y sigue sin ganar en las seis jornadas disputadas.
El belga Batsuhayi adelantó al Valencia a los 25 minutos, pero el equipo local no supo cerrar el partido y el Celta igualó a ocho minutos del final gracias a Iago Aspas, autor de cinco goles esta temporada.
Por su parte, el Villarreal ofreció evidentes signos de mejoría al golear por 3-0 en el campo del Athletic de Bilbao gracias a una exhibición en la segunda parte plasmada con los goles de Fornals, Ramiro Funes Mori y Ekambi.
El triunfo le permitió al Villarreal abandonar los puestos traseros gracias a sus ocho puntos, dos más que un Athletic de Bilbao que cosechó su primera derrota de la temporada.
Por Alberto Bravo (dpa)