Javier Fernández «No haré nunca un discurso más fácil de gritar que de aplicar»

fotonoticia_20150725135754_800El socialista Javier Fernández, ha prometido este sábado su cargo como presidente del Principado asegurando ser «un viejo conocido» y ha ofrecido «el valor de su palabra, diálogo y compromiso» para seguir trabajando por una Asturias de «progreso y bienestar».

En un discurso en el que ha defendido su forma de ser ha prometido que no engañará a nadie y ha asegurado no refugiarse en la desilusión.

«Sé que soy mayor, que curvo los hombros, que tengo el mirar gastado, pero también sé, y lo prometo, que no engañaré ni proclamaré los milagros imposibles», ha destacado al inicio de su discurso.

Fernández, con un discurso de unos catorce minutos, ha tenido hecho numerosas referencias al diálogo y los acuerdos y ha hecho de su alocución una especie de declaración de intenciones para este, su segundo y último mandato.

Así, ha indicado que no engañara ni proclamará los milagros imposibles ni voceará en jarras el desafío teatral del valentón ni exhibirá las habilidades del trilero. «No haré nunca un discurso más fácil de gritar que de aplicar», ha afirmado el presidente del Principado, que además se ha mostrado convencido de que ha pasado lo peor de la crisis.

Por eso, para el futuro ha abogado por trabajar con coraje, sabiendo hacía donde se quiere avanzar. «Hoy les aseguro que continúo sabiendo muy bien hacia dónde deseo avanzar, a ese triple destino de la pujanza económica, la fortaleza social y la regeneración democrática que quiero compartir con todos y cada uno de los asturianos», ha dicho Fernández, que ha invitado al resto de fuerzas a acompañarle en ese destino.

Javier Fernández ha rechazado que exista una vieja y una nueva política y ha indicado que a su juicio lo que hay es una buena y una mala política. «No es la política la que está cambiando; es la sociedad entera, incluida su arquitectura institucional, la democracia representativa que defiendo. Ese desafío nos incumbe a todos», ha dicho.

El recién reelegido presidente asturiano ha cerrado su discurso recordando a sus padres y ha asegurado que ellos le educaron y llenaron de ideas y ambiciones. «Ellos creían que los políticos deberíamos darle a la gente felicidad. Yo sólo me atrevo a prometerles justicia», concluyó.