Gaspar Llamazares, portavoz parlamentario de IU en la Junta General, valoró esta mañana el anteproyecto de ley de salud, actualmente en periodo de alegaciones, como una ley continuista, vacía de contenido y proyecto sanitario, una ley de gabinete que necesitará una modificación radical si pretende contar con el voto parlamentario de IU. La ley es un símbolo de la legislatura sanitaria, no precisamente en el buen sentido, subrayó el portavoz de IU, que lamentó que tampoco haya sido negociada.
Es a juicio de Llamazares una ley retórica vacía de fondo. Si el objetivo era plantear una ley de salud para ordenar, no es el fin de esta que desordena más que ordena. Por ejemplo incluye cinco ámbitos de participación ciudadana, pero ninguno influye sobre la política sanitaria. Si el fin era dirigir el cambio sanitario, en la misma tampoco hay una dirección, porque se mantiene a la Consejería por una parte dedicada a cuestiones que siguen siendo accesorias como la salud pública y la parte preventiva, y por otro el SESPA., dedicado a lo importante, la atención, la reparación sanitaria. “La oportunidad de integrar las políticas de salud se pierde, la de dirigir las políticas a la atención en base a la prevención de la salud y a la atención primaria como eje del sistema, igualmente”, dijo Llamazares, que acusó al Gobierno de mantener la prevalencia de la gestión hospitalaria, la de los distintos niveles de gestión sumados como capas geológicas, la inercia de la medicamentalización de la sanidad… .
A juicio de Llamazares la ley debe lograr que la relación entre ciudadanos y sanidad cambie, no debe ser la relación médico paciente, sino de sistema sanitario y comunidad. Un segundo elemento es la reorientación hacia atención primaria y la salud pública como eje del sistema y debe contemplar la participación efectiva de los ciudadanos y los profesionales en la gestión sanitaria. Con el modelo de gestión de esta Consejería, que está entre el ordeno y mando y la arbitrariedad más descarada, no es posible conseguir ni la participación de los profesionales ni de los ciudadanos.
Llamazares recordó que tras “alguna reunión el Gobierno no ha incorporado ninguna de las preocupaciones de IU y con esta actitud el grupo de IU no va a colaborar con el PSOE en hacer la campaña.
Por último, Llamazares resumió los resultados de la Consejería de Sanidad en peonadas en el hospital, derivaciones e inercia en la gestión sanitaria y ocn ello desánimo en el modelo sanitario e insatisfacción. “Nosotros estamos por una ley de salud que proteja los servicios públicos pero que cambiara el modelo de gestión”, advirtió Llamazares, quien reiteró que no merece la pena una ley tan extensa para no cambiar nada. Del mismo modo, considera que una ley de estas características uno debería presentarse al final de legislatura.
