Oviedo, 7 may (EFE).- El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Ignacio Vidau, ha opinado que es «pronto» para pronunciarse sobre la reforma de la Ley del Poder Judicial, en la que valora «aspectos positivos» y percibe «muchas sombras».
Vidau así lo ha manifestado con motivo de su asistencia a la inauguración del X Congreso Tributario, que se celebra en Oviedo bajo el lema «La Justicia. ¿Garantía del Estado de Derecho?».
Ha indicado que actualmente el tema «más candente» se centra en la constitución de los tribunales provinciales de instancia, un anteproyecto sobre el que ha dicho que «queda mucha tramitación (parlamentaria) por delante».
«Me imagino que será un proyecto que tenga unas transitorias de muy largo plazo porque es un cambio radical en la organización territorial de la justicia», ha añadido.
Para Vidau se trata de un «cambio total» que supondrá «la desaparición de las audiencias y de los partidos provinciales reuniéndolos en unas salas nuevas del TSJ», el cual «tendría salas de Civil y Penal a parte de las ya existentes, y los tribunales provinciales de distancia, secciones colegiadas, únicas individuales».
Ha opinado que es «pronto» para pronunciarse sobre la modificación, en la que valora «aspectos positivos» y percibe «muchas sombras».
El presidente del TSJA ha celebrado que con la nueva organización «ya no haría falta la creación de nuevos juzgados», y ha añadido que «la concentración siempre tiene beneficios en economías de escala» mientras que ha advertido de que el cambio presenta sombras, ya que «habrá que ver cómo se garantiza la igualdad del reparto o el derecho al juez predeterminado».
«Hay muchas cosas que habrá que estudiar mucho», ha sostenido Vidau en relación a un proyecto que «aún está en periodo de informe» por parte del Consejo General del Poder Judicial, el cual «hará ver todas estas cosas».
Ha explicado que según el anteproyecto, en Asturias «quedaría un TSJ con cuatro salas» y un Tribunal Provincial de Instancia con secciones colegiadas e individuales, en el que se integrarían todos los jueces de la región que no estén en el Tribunal Superior.
A la pregunta de si existe infraestructura para acoger esta reordenación, ha respondido que «este es uno de los problemas».