Londres, 30 oct (dpa) – El pésimo estado del campo de juego del mítico Wembley, que lució irreconocible en el Tottenham-Manchester City del lunes tras la disputa de un partido de fútbol americano 24 horas antes, generó una fuerte controversia en la Premier League.
«Jugar un partido de fútbol en estas condiciones no es fácil», señaló el entrenador del City, Josep Guardiola, tras la victoria por 1-0 de su equipo en el encuentro que cerró la décima jornada de la Liga inglesa.
«Por eso es que se vieron errores que habitualmente no deberían suceder», cuestionó el entrenador español en declaraciones a Sky Sports. «Es increíble que hayamos jugado en estas condiciones».
El Tottenham y el City jugaban el duelo más esperado de la fecha, pero las huellas del partido que el domingo disputaron los equipos de fútbol americano Philadelphia Eagles y Jacksonville Jaguars por la fase regular de la NFL se robaron la atención.
Las marcas del partido de fútbol americano todavía eran muy visibles en el césped y confundían a los jugadores. El campo, además, lució deteriorado por el encuentro del día anterior.
«Tengo que ser honesto, el terreno de juego no era bueno. A ambos equipos les gusta jugar desde atrás y jugar al fútbol en estas circunstancias fue muy difícil», lamentó el defensor de los «Spurs» Toby Alderweireld.
Lo exhibido en Wembley no es una buena imagen para la Premier League, que suele mostrar campos en impecable estado y a la que muchos consideran la mejor Liga del mundo.
Aunque, algunos, como Gary Lineker, se lo tomaron con humor. «A pesar del estado del campo de Wembley, creo que podremos ver todavía algunos touchdowns», bromeó en Twitter el ex goleador de Tottenham y de la selección inglesa.
Para el Tottenham, la situación del estadio está siendo un dolor de cabeza desde hace tiempo. El club londinense está utilizando el recinto de Wembley desde la temporada pasada mientras avanza la construcción de un nuevo estadio propio con capacidad para 62.000 espectadores.
Los «Spurs» esperaban mudarse en septiembre, pero las dudas sobre las condiciones de seguridad del nuevo estadio demoraron el traslado hasta 2019.
El partido de la NFL estaba ya programado desde el año pasado en Wembley, por lo que todos esperaban que para estas fechas el Tottenham tuviera a su disposición su nueva casa.
El encuentro de fútbol americano tuvo prioridad y el duelo de la Premier fue postergado al lunes, aunque con las consecuencias que se vieron en el césped.
Numerosos aficionados expresaron en las redes sociales su indignación por el campo y calificaron de inaceptable lo sucedido. Las condiciones resultaron además decisivas para el marcador final, ya que Erik Lamela falló una clara jugada de gol del Tottenham en el cierre por culpa de un mal bote.
«Cuando llegó la pelota a Erik pensaba que era gol», señaló Mauricio Pochettino, entrenador de los «Spurs». «Pero luego vi en la repetición que la pelota rebotó justo antes». Hasta el propio Guardiola reconoció que el resultado pudo haber sido diferente: «Lamela no anotó por culpa del césped».
Por Bob Bensch (dpa)