Sakhir (Bahréin), 9 abr (dpa) – Dijo Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, que Sebastian Vettel condujo como «un verdadero campeón» en en el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1 para conseguir su segunda victoria consecutiva. La frase fue tanto una constatación como un deseo: la escudería italiana quiere terminar con más de una década sin títulos.
Tras su triunfo en Australia, en el arranque de la temporada, el germano sumó otra victoria el domingo con una arriesgada estrategia de una sola parada que, sin embargo, dio sus frutos y sorprendió a Mercedes.
Así, pese a su cacería sobre el final, el finlandés Valtteri Bottas tuvo que conformarse con el segundo lugar, mientras que el británico Lewis Hamilton, ya más lejos del dúo de cabeza, completó el podio.
Una estadística respalda el deseo de Ferrari: el último piloto que no ganó el título después de sumar triunfos en las dos primeras carreras fue el francés Alain Prost, que cedió ante el finlandés Keke Rosberg en 1982, hace 36 años.
Pero el dato tiene a Vettel sin cuidado. «Bueno, tenían menos carreras en 1982. No creo en nada de esas cosas. A veces van a tu favor, a veces no», declaró el alemán, muy realista.
En general, Ferrari quiere mantener los pies en la tierra, porque además el triunfo de Vettel se vio empañado por el accidente de uno de sus mecánicos en la parada del finlandés Kimmi Raikkonen.
En su paso por boxes, el finlandés tuvo luz verde para salir pero impactó al mecánico con la rueda trasera izquierda, que no había sido cambiada. La escudería italiana fue multada con 50.000 euros (unos 61.400 dólares) por la maniobra.
«Esta carrera confirma que la Scuderia tiene un gran coche, un equipo sólido y dos pilotos en gran forma. Pero también muestra qué tan parejo está todo entre nosotros y nuestros rivales, que son muy fuertes», dijo Marcionne.
«Vale la pena señalar que, además de ello, hay mucho camino por recorrer y que tenemos que mantener un alto nivel de concentración, seguir trabajando con dedicación y pasión, que es algo de lo que somos capaces», añadió el directivo.
Ferrari dictó el ritmo todo el fin de semana, por lo que Mercedes no habría tenido garantizada la victoria incluso si Hamilton no hubiera recibido una sanción de cinco puestos que lo obligó a salir en el noveno lugar.
La escudería alemana, sin embargo, parecía encaminada a un uno-dos de Bottas y Hamilton cuando Vettel escogió los compuestos blandos, lo que indicaba que iba a necesitar una segunda parada. Corrían 19 vueltas.
Entonces el alemán sacó a relucir su mejor repertorio e hizo durar los compuestos hasta el final de la carrera, aunque con el acoso de Bottas, que venía con neumáticos más frescos, en las vueltas finales. «Funcionó apenas por poco», admitió después el de Heppenheim.
Vettel se mostró complacido con el progreso del equipo después de que en Australia, donde ganó por un error de estrategia de Hamilton, no se sintiera tan cómodo con el coche.
«Tuve una mejor sensación en el coche. Fue más consistente a una vuelta pero también en la carrera», afirmó.
Pero aunque parecen estar a la par de Mercedes, nadie en Ferrari estará en desacuerdo con la afirmación de Toto Wolff, el jefe de las «flechas plateadas»: «El balance competitivo cambiará de carrera en carrera esta temporada».
De esa forma, la lucha está garantizada en las 19 carreras que quedan, la próxima el domingo que viene en Shanghai, con el Gran Premio de China, donde Hamilton ganó ya cinco veces.
«Shanghai siempre fue un terreno de caza para mí, así que espero que podamos ir allí con fuerza», expresó el británico, que necesita firmar su primer triunfo del año para que Vettel no empiece a escaparse.
Por Christian Hollmann (dpa)