FAPAS ejercerá la acción popular por la muerte del oso de Quirós

audienciaprovincialoviedo_20130918194045_800Oviedo  18 jul (EFE).- El Fondo Asturiano para la Protección de los Animales (FAPAS) se personará  para ejercer la acción popular en las diligencias previas abiertas en el Juzgado de Instrucción número 1 de Lena por el oso hallado muerto el 10 de junio en Quirós, cuyos restos quieren que vuelvan a Asturias para que pueda hacerse una nueva necropsia.

La necropsia señala que la causa de su muerte se debió a las lesiones traumáticas superficiales y leves que tenía el animal, posiblemente ocasionadas por otro oso, y por una infección.

No obstante, el FAPAS cuestiona este informe y rechaza la posibilidad que de que la muerte de este ejemplar estuviese relacionado con el ataque de otro oso, tal como plantea la necropsia realizada por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León.

Según señala el FAPAS en un comunicado, la presencia de bacterias no debería de excluir  que la muerte del oso no tenga relación con otras causas que en origen desencadenaron finalmente su muerte, «como es el caso de una posible acción de cazadores furtivos».

Esta organización ecologista mantiene que siguen sin aclararse cuestiones que ponen en evidencia otras posibilidades, dado que el animal que presentaba una herida de tamaño considerable en el pecho y sangre en el dorso no dejó una sola gota de sangre en el recorrido que hizo por un prado de hierba alta.

Para el FAPAS, esto indicaría que esa herida se produjo en el mismo lugar donde apareció muerto, sin que allí hubiera rastros de presencia de ningún otro animal salvaje, menos de otro oso con el que se hubiera peleado.

Para el esclarecimiento de estos extremos, FAPAS ha anunciado que ejercerá la acción popular y que el próximo lunes, en la reunión que la Consejería de Agroganadería tiene previsto realizar con el Comité Asesor del Oso pardo, va a solicitar la traída a Asturias de todos los restos del oso muerto.

FAPAS pretende que los mismos sean objeto de una nueva necropsia por especialistas «que no estén ligados como colaboradores de la propia administración y que puedan emitir un resultado que avale o no la necropsia efectuada en León».

La necropsia encargada por la Consejería a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León descarta la huella de proyectiles y apunta que el oso murió por una miositis gangrenosa generada por las bacterias «Clostridium sordelli» y «Clostridium speticum».

El animal era un oso pardo adulto macho, de unos tres años y 60 kilos de peso, que presentaba un desarrollo escaso para la edad estimada y un adelgazamiento acusado.