Exposición «1914-1918: Bruselas a la hora alemana»

6575736wBruselas, 21 ago (EFE).- La capital europea inaugura hoy una exposición que muestra cómo los bruselenses luchaban por sobrevivir y resistir bajo la ocupación «opresiva y humillante» de los alemanes durante la Primera Guerra Mundial, lejos del campo de combate, y conmemora así el centenario de la ocupación germana en la ciudad.

Lejos de las tradicionales imágenes en las trincheras, la exposición «1914-1918: Bruselas a la hora alemana» recoge postales, fotos, folletos, objetos y caricaturas que reflejan la «vida cotidiana y las historias emocionales» de los bruselenses en los cuatro años que duró la ocupación «dominante y humillante» de los alemanes durante la guerra, explicaron sus organizadores.

La exhibición no pretende «reducir» al país germano simplemente a su papel como ocupador, sino «usar el ejemplo de la sociedad alemana en la guerra para explicar aspectos concretos del conflicto en el que belgas y alemanes se vieron arrastrados reaciamente», añadieron.

A pesar de su diferente contexto -unos organizaban el apoyo a los esfuerzos de guerra y los otros resistían una ocupación- sus preocupaciones eran las mismas, pues los civiles fueron directamente involucrados en el conflicto y su vida cotidiana cambió profundamente.

Cómo alimentarse, vestirse o mantenerse caliente fueron algunas de las principales preocupaciones que vivieron, «una situación de penuria en la que ambos se organizaban para paliar», declaró a Efe el comisario de la exposición, Gonzague Pluvinage.

La «originalidad» de esta exposición viene marcada por sus más de trescientas piezas, dispares y únicas, procedentes de los archivos de la ciudad o de donaciones privadas de los propios bruselenses, que el Museo de la Ciudad de Bruselas acogerá y expondrá al público hasta mayo de 2015.

El colorido de la muestra lo aportan las numerosas caricaturas que llenan los expositores y que, de manera «más humorística y cómica o más dura, hacen crítica de la ocupación alemana o ensalzan la defensa del país», puntualizó el comisario.

Así, el «humor bruselense» se convirtió en la mejor arma para reflejar lo que los habitantes de la ciudad pasaban en su día a día ante la ocupación de los alemanes y las restricciones que estos dictaban, como el toque de queda.

«Los artistas bruselenses, para seguir ganado dinero en aquella época a falta de algo mejor, realizaban estas ilustraciones que vendían a la población más rica de la ciudad», explicó Pluvinage.

A las caricaturas se suman objetos patrióticos, como un corsé con los colores belgas, fotografías de las colas de espera para la distribución de comida a la población, documentos oficiales, cartas e incluso tres trajes del famoso Manneken-Pis tras terminar la guerra, todo, para aportar originalidad a la hora de contar una parte de la historia.

Entre tanta reliquia belga, también hay espacio y mención para los países que realizaron acciones de ayuda humanitaria y de reconstrucción a la ciudad ocupada, como «Estados Unidos, que protegió y permitió su rehabilitación» hasta que entró en guerra en 1917, puntualizó Pluvinage.

«España, gracias a marqués de Villalobar, y los Países Bajos también tuvieron un papel muy importante en la ayuda prestada a Bruselas» apuntó el comisario, y lamentó no disponer de piezas en referencia a estos dos países.

El pueblo belga ha reconocido la labor diplomática de Rodrigo de Saavedra y Vinent, II marqués de Villalobar (1864-1926), como mediador entre aliados y alemanes para defender su supervivencia en la Gran Guerra con la ayuda que llegaba desde España, con monumentos conmemorativos en diferentes puntos del país.

A esta exhibición se sumarán una amplia variedad de actividades, como conciertos, conferencias, producciones teatrales y proyecciones, como parte del calendario de iniciativas que la ciudad comenzó el pasado mes de enero para rememorar el centenario de la Primera Guerra Mundial, destacó por su parte la teniente alcalde de cultura del Ayuntamiento de Bruselas, Karine Lalieux.

Asimismo, la capital belga ha creado una web, con motivo de esta efeméride, en la que se mostrará distintos documentos de la época los cuales irán evolucionando a lo largo de los cuatro años de conmemoración del conflicto, hasta 2018.

Por Raquel Castán.