Tel Aviv, 13 sep (dpa) – El festival de Eurovisión en 2019 se celebrará en la ciudad costera israelí de Tel Aviv el 18 de mayo, informó hoy la organizadora Unión Europea de Radiodifusión (UER).
Tel Aviv se impone así a Jerusalén, como ya había hecho antes frente a otras candidatas como Eilat, junto al Mar Rojo, o Haifa. El escenario que lo acogerá será el Centro de Convenciones de Tel Aviv, en el norte de la ciudad.
A Israel le corresponde la organización del festival el próximo año después de que su representante Netta ganara el pasado mayo el concurso en Portugal con su canción «Toy».
Pero la elección de la ciudad estuvo rodeada de polémica, debido a la controversia en torno a Jerusalén, reivindicada tanto por Israel como los palestinos como capital, una crisis que se agudizó el año pasado tras el reconocimiento unilateral de Estados Unidos de la ciudad como capital del Estado judía.
Además, los organizadores del festival volvieron a chocar la semana pasada con el Gobierno israelí por la entrega de visados para los asistentes. En una carta, la UER exigió que las visas se entraran sin tener en cuenta las posturas políticas de los involucrados, después de que Israel determinara en enero que a los activistas de determinadas organizaciones que llamaron a boicotear al país se les negara el ingreso.
«Esperamos esta semana recibir garantías del primer ministro (Benjamin Netanyahu) en relacioón a la seguridad y libertad de movimiento para todos los que acudan al evento», dijo hoy Frank-Dieter Freiling, presidente del consejo de administración del grupo organizador.
La campaña internacional del Movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) llama a sanciones y un boicot contra Israel por la política de ese país en relación con los palestinos. El Gobierno israelí, por su parte, acusa al movimiento de ser antisemita y de una acción parcializada contra el Estado judío.
También controvertida es la celebración del certamen durante el «sabbat», el día del descanso judío en el que los seguidores de esta fe tienen prohibido trabajar. Sin embargo, el 18 de mayo es sábado.
Otro potencial problema: el mayor de los siete pabellones con los que cuenta el Centro de Convenciones de Tel Aviv tiene capacidad para hasta 9.000 espectadores, según los datos. Sin embargo, una norma de la UER dicta que la sede debe contar con lugar para un mínimo de 10.000.
