España se despide de la Copa Davis en una serie para el olvido

Lille (Francia), 15 sep (dpa) – España dijo hoy adiós a la Copa Davis con una dura derrota en el dobles ante Francia que resumió a la perfección lo que fue el fin de semana para el olvido de los conducidos por Sergi Bruguera en Lille.

La dupla compuesta por Feliciano López y Marcel Granollers no pudo oponer demasiada resistencia ante los veteranos Julien Benneteau y Nicolas Mahut, más allá de batallar en el final del encuentro tras un inicio catastrófico. Los franceses, ambos de 36 años, acabaron venciendo a los españoles con parciales de 6-0, 6-4 y 7-6 (9-7) en dos horas y tres minutos.

El conjunto galo colocó así un decisivo 3-0 en la serie y se garantizó su lugar en la final, donde espera por Croacia o Estados Unidos. Los europeos, que mandan 2-1 tras perder hoy en el dobles, deberán visitar a Francia del 23 al 25 de noviembre si cumplen con los pronósticos y logran sentenciar su serie el domingo.

Defensora del título, Francia buscará ganar por undécima vez la Ensaladera en su decimonovena final. La última antes del revolucionario cambio de formato que comenzará a regir en 2019. España, en cambio, se quedó a las puertas de su primera definición desde 2012 y la décima en total.

Tras la caída, el capitán español evitó la autocrítica y atribuyó la eliminación al «estratosférico nivel» de Francia. «No tengo nada que decir. Felicitaciones a Francia, nosotros hicimos lo mejor que pudimos», señaló Bruguera. «Los franceses han jugado una eliminatoria estratosférica, con un gran nivel de principio a fin».

Eufórico tras el triunfo, el capitán francés, Yannick Noah, se animó incluso a un análisis audaz: «Si Nadal venía, a lo mejor ganábamos 3-2. Cuidado».

El nivel de Francia fue notable, aunque la ausencia por lesión de Rafael Nadal acabó siendo un golpe demoledor para la visita. Sin el número uno del mundo, el tenis español no es lo mismo.

Tras las caídas de Pablo Carreño y Roberto Bautista el viernes, López y Granollers salieron hoy a la pista dura indoor del moderno estadio Pierre-Mauroy, que volvió a estar a medio llenar, con un desafío colosal: dar el primer paso en busca de una remontada de un 2-0 que España nunca había conseguido en su historia. Un panorama que lucía aún más complejo por la lesión sufrida el viernes por Carreño que le descartaba para el resto del fin de semana.

Muy pronto quedó en claro que la epopeya no sería posible. La diferencia de energía entre ambos equipos fue evidente incluso antes de comenzar el encuentro. Mientras los jugadores franceses, conducidos por el eléctrico Noah, se reunían en un abrazo tras la entonación de La Marsellesa, los españoles ingresaban al juego apagados y con los rostros serios.

No sorprendió entonces que, en el primer game del partido, Francia quebrara el servicio rival con una doble falta de Feliciano. En apenas 18 minutos, el conjunto local ya tenía el parcial inicial en el bolsillo con un demoledor 6-0. Solo cuatro puntos ganaron los españoles en el primer capítulo.

«Seguramente hemos hecho cosas mal, pero ha sido un espectáculo el nivel con el que han jugado desde la primera bola de partido. Nos hemos sentido impotentes o ridículos en ese primer set», dijo Feliciano López.

La pareja española levantó su nivel a partir del segundo parcial y logró trabar un poco más el encuentro. Por orgullo y, acaso también, con cierta molestia por algunos pelotazos que recibieron en el cuerpo por parte de los franceses en acciones de juego. Uno de ellos, incluso, golpeó en el ojo a Feliciano tras un envío de Mahut.

La recuperación no alcanzó para ganar el segundo set, ya que los franceses seguían volando en la pista (el semi-retirado Benneteau hasta se dio el lujo de impactar una volea entre las piernas).

Sin embargo, en el comienzo del tercero España se adelantó 4-1 bajo la guía de Granollers y un Feliciano algo menos errático. Fue solo una ilusión pasajera, porque Francia recuperó el quiebre y acabó llevándose el partido en el tie-break con una devolución ganadora de Benneteau. Allí acabó la última serie de la vieja Copa Davis para España.

Por Tomás Rudich (dpa)