Oviedo, 11 jul (EFE).- El grupo socialista en la Junta General del Principado ha presentado hoy un voto particular al dictamen aprobado por la comisión parlamentaria que ha investigado durante los últimos meses la gestión en el centro cultural Niemeyer en el que señala que Foro, PP e IU también son responsables de irregularidades que haya podido haber.
Según el portavoz socialista en el parlamento regional, Fernando Lastra, la presentación de este voto era necesaria para «corregir errores, evitar falsedades y señalar algunas cuestiones que son objetivamente claras» como que IU ha formado parte del Consejo Gobierno y que la responsabilidad es colegiada.
«No se trata de evitar responsabilidades, sino de situarlas en su justo término, y no se puede olvidar tampoco el daño que hizo Foro al Niemeyer, a Avilés y a Asturias y esas son grandes ausencias del dictamen que lógicamente queremos señalarlas», ha señalado.
Previamente había dicho que el dictamen aprobado la semana pasada por al comisión es «la crónica de unas conclusiones anunciadas» que de hecho llevaron a los socialista pedir la dimisión del presidente de la comisión, el popular Alfonso Román López, «por haber anticipado conclusiones y prejuzgado todo el trámite».
Este dictamen fue aprobado el pasado 8 de julio con los votos de Foro, PP, IU y UPyD y en él se atribuyen responsabilidades a ocho personas, entre ellas al expresidente Vicente Álvarez Areces; la ex consejera de Cultura, Mercedes Álvarez; la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela; y los dos principales gestores del Niemeyer, Natalio Gruesto y José Luis Rebollo.
En su voto particular, el PSOE señala que accedió a formar parte de esta comisión para poder dar más información a los ciudadanos, pero que el PP trató desde el primer momento de convertir la comisión en un «pretexto legitimador de una actitud preestablecida para descalificar una gestión y un proyecto».
Asimismo, señala que estaba ya predeterminada la atribución de responsabilidades a los gestores socialistas de forma «burda, grosera e impudorosa» y sin respetar la veracidad y el rigor.
«Es imprescindible que desaparezcan del dictamen los errores o falsedades» que hay y que se incluya una mención al gobierno de Francisco Álvarez-Cascos «toda vez que sus decisiones tuvieron un efecto negativo sobre la gestión» del centro.
Afirma que IU no puede olvidar tampoco que formaba parte del Gobierno y por lo tanto, también gozaba de una posición privilegiada para ver el alcance del daño que provoca las decisiones que toma y que el PP ha caído en la «amnesia selectiva» al olvidar que acusó al Gobierno de Francisco Álvarez-Cascos de que se estaba cargando el Niemeyer «a tres turnos».
Critica que el dictamen no vea nada positivo para Avilés y para Asturias en el Niemeyer o que se acuse de la falta de control al patronato de la fundación, pero que sólo se responsabilice a los miembros que son socialistas.
De hecho, tras señalar algunas conclusiones del dictamen que considera falsas o erróneas sobre la presentación de las cuentas o la concesión de subvenciones, apunta que queda claro que el objetivo de la comisión y del dictamen es «reprobar la gestión política de los responsables de los gobiernos socialistas».
En este punto, asegura que es «especialmente relevante» la atribución de responsabilidades a Álvarez Areces y otros miembros del consejo de Gobierno, sin tener en cuenta que las decisiones adoptadas son colegiadas -IU tenía dos consejeros- y que la Junta General del Principado nunca puso reparos en las leyes relacionadas con la Fundación Niemeyer.
También califica de contradictoria y sectaria la responsabilidad que se achaca a la alcaldesa de Avilés como vicepresidenta de la fundación, a la vez que exonera al resto de miembros del patronato.
Añade que nunca estuvo en el ánimo de los impulsores de la comisión aportar propuestas positivas para mejorar la gestión o el control y que las cuestiones controvertidas de la gestión de la Fundación ya están siendo dirimidas en los juzgados.
Así, asegura que la comisión nada investigó y que tampoco aporta nada nuevo el dictamen salvo la «exposición sectaria, partidista y falta de rigor de unos acontecimientos que son relatados con una predeterminación que los afecta de falta de objetividad».
