(dpa) – Algunas veces, un mal funcionamiento de la glándula tiroides causa síntomas como depresión. Si se conoce que algún integrante de la familia padece enfermedades de la tiroides, los padres deben señalarlo cuando visiten al médico, recomienda la Asociación Profesional de Pediatras y Médicos de Adolescentes (BVKJ) de Alemania.
Una glándula tiroides hipoactiva o hiperactiva puede afectar el apetito, el peso y el rendimiento cerebral, explican los expertos. La fatiga, la falta de concentración y la ansiedad pueden ser otros signos. En las niñas, los cambios en los períodos menstruales también son una señal de advertencia.
Una prueba de sangre trae claridad
La glándula tiroides produce hormonas que influyen en la rapidez con que los alimentos se convierten en energía. Como resultado, el órgano está estrechamente relacionado con la función cerebral y el metabolismo.
Para determinar la condición de la glándula tiroides, el médico debe extraer sangre. Usando los valores de laboratorio, el médico puede evaluar si hay hipotiroidismo o hipertiroidismo.
El médico también examina el cuello mediante palpación y ultrasonido para ver si el tejido tiroideo ha cambiado. Por ejemplo, puede haber bocio, es decir, un agrandamiento de la glándula tiroides.
