Madrid, 10 jul (EFE).- El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, el Instituto Español Oceanográfico (IEO) y los armadores han defendido hoy la continuidad de la pesca de arrastre «regulada» y «sostenible» y que solo se limite en zonas declaradas vulnerables por los informes científicos.
Gobierno y sector han expuesto, en un encuentro con la prensa, la situación de la flota española de arrastre, compuesta por 1.038 barcos (el 12 % del total nacional) y 8.069 empleos, en reacción a las últimas negociaciones dentro de la Unión Europea (UE) para regular esta práctica.
En estos momentos, la UE discute una propuesta para limitar la pesca de arrastre de especies de profundidad (como el granadero o la brótola) en el Atlántico nordeste, con unas propuestas más favorables para la flota que las que Bruselas planteó hace dos años.
Pero la Comisión Europea quiere prohibir ese arte en las aguas atlánticas nororientales, una reivindicación que también defienden algunas ONG, como DSSC (en inglés coalición para la conservación de los fondos marinos), que el próximo lunes se movilizará en varias ciudades europeas con artistas callejeros, para reclamar ese veto.
Domínguez y los responsables de la patronal de armadores Cepesca han insistido en que dicha prohibición no está justificada, se basa en «prejuicios» y además, va en contra de lo que ya se ha pactado en la Eurocámara y están dialogando los Gobiernos comunitarios (en el Consejo de Ministros).
Según el secretario general de Pesca, un eventual veto al arrastre de especies de profundidad afectaría a 850 barcos.
Sin embargo, Domínguez y el secretario general de Cepesca, Javier Garat, han recalcado que Bruselas trata de una forma «peyorativa» a los buques arrastreros y que sus ideas amenazan, en general, a ese tipo de flota.
Frente a los argumentos de algunas organizaciones ecologistas, Gobierno y sector han insistido en que se trata de la modalidad «más regulada» y de hecho, en puntos como el Golfo de Cádiz está prohibido el arrastre más allá de los 50 metros, mientras que en el Mediterráneo está vetado a más de mil metros de profundidad.
«Somos favorables a las limitaciones en zonas con base científica sólida», según Domínguez.
Por su parte, el director del IEO, Eduardo Balguerías, ha explicado las campañas científicas españolas en caladeros de todo el mundo para la detección de esas áreas vulnerables y ha recordado que la sostenibilidad debe ser «ambiental y socio-económica».
Domínguez ha añadido que las negociaciones en la UE para regular el arrastre del Atlántico nordeste van por mejor camino que hace dos años, si bien dependen del arranque del nuevo equipo de la Comisión Europea, el único actor que realmente se opone a las propuestas actuales.
Incluso Cepesca ha apuntado que la oposición está en la comisaria europea de Pesca, María Damanaki.
En ese sentido, Domínguez y Garat han criticado el «nerviosismo» de ciertas ONG ante el transcurso de estas discusiones.
Por su parte, el secretario general ha insistido en que su departamento seguirá abierto al diálogo con las entidades ecologistas dispuestas a la colaboración.