El Gobierno de Asturias recurrirá ante el Tribunal Supremo para que se paralice la aplicación del Real Decreto aprobado el pasado 29 de julio por el Gobierno central por el que se regulan las evaluaciones finales de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato.
El consejero de Educación y Cultura de Asturias, Genaro Alonso, ha insistido, durante la inauguración del curso escolar en el colegio Carmen Ruiz Tilve de Oviedo, en que las reválidas «rompen con los criterios pedagógicos de evaluación continua del alumnado y ha lamentado que la superación de las pruebas esté vinculada a la obtención del título académico».
«Las reválidas aumentarán el fracaso escolar y supondrán una traba innecesaria para el alumnado, por lo que serán un factor de dificultad en el sistema educativo», ha subrayado.
Alonso también ha lamentado que desde el Gobierno del Partido Popular encabezado por Mariano Rajoy, «como ya ocurrió con la reválida de sexto de Primaria», se «desconfíe» del profesorado de aula, «al recurrir a personal docente externo para dar validez a la prueba».
En esa línea, ha añadido que las pruebas «no cuentan con el consenso de las autonomías ni de la comunidad educativa» por lo que ha exigido al ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, la celebración «urgente» de una conferencia sectorial como han hecho todas las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE.
Por último, el consejero ha avisado de que la organización de la prueba externa de 2º de Bachillerato, que sustituye a la conocida selectividad –Prueba de Acceso a la Universidad (PAU)–, «supondrá un importante coste para las comunidades autónomas».