El Bayern ahora pisa fuerte como segundo en la tabla de la Bundesliga

Mönchengladbach/Augsburgo, 3 mar (dpa) – Un camino conciliador en vez de salir al choque: después de haber puesto el reloj a cero en la carrera por el título de la Liga alemana de fútbol, las estrellas y los directivos del Bayern Múnich renunciaron generosamente a hacer declaraciones resonantes.

Fue casi como si ya compadecieran un poco al rival por el liderazgo de la tabla cuando Karl-Heinz Rummenigge, el jefe de la junta directiva del Bayern, salió a decir tras el aplastante triunfo por 5-1 contra el Borussia Mönchengladbach en dirección al Dortmund: «No vamos a tener una gran boca ahora. En definitiva Dortmund no nos molestó con comentarios maliciosos ni arrogantes cuando tuvimos nuestra crisis».

El Bayern recuperó en total nueve puntos frente al Dortmund, siete de ellos en los últimos cuatro partidos disputados. La tabla de posiciones aún muestra al Dortmund en situación de liderazgo por una diferencia de dos goles, aunque desde ayer el Bayern volvió a vestir la camiseta de máximo favorito.

En este contexto, la estrella del Bayern Thomas Müller se refirió a una «situación como pintada» y añadió: «El momento está de nuestro lado. En invierno (boreal) no pensábamos que a esta altura estaríamos en igualdad de puntos. Pero lo hemos estado oliendo desde hace tiempo».

Al mismo tiempo, en el Dortmund reinaban los lamentos tras la caída sorpresiva por 2-1 ante el Augsburgo. «Ahora tenemos todavía más presión», comentó el mediocampista Thomas Delaney. Y el asesor externo Matthias Sammer criticó que el club de Dortmund se presentara «no como un campeón, sino como un equipo promedio de la Bundesliga». Sammer ya había puesto varias veces en duda la madurez del equipo.

También el manager Michael Zorc criticó hoy la actitud de su conjunto. «No puede ser que rivales inseguros y cualitativamente inferiores nos dejen completamente fuera de juego solamente por disposición a correr y por entusiasmo», afirmó en declaraciones al periódico «Ruhr-Nachrichten».

En cambio, en Múnich vuelven a creer firmemente en el título. De esta seguridad habla también la humildad imperante. «No somos tan presuntuosos para decir que ya todo está depurado», advirtió Rumenigge.

Y luego añadió: «Esta vuelve a ser una temporada emotiva, luego de que nos proclamáramos claros campeones seis veces consecutivas. Eso no es lo que quieres en el fútbol en términos de emotividad», dijo, en lo que sonó un poco como un agradecimiento del vencedor al justo perdedor.

Aunque Rummenigge también debe creer firmemente que los bávaros ya son imparables, según pudo leerse entrelíneas de sus palabras. Y su sucesor designado, Oliver Kahn, analizó por la emisora ZDF: «Están absolutamente otra vez en el camino. Todos conocemos a los voraces bávaros».

Entretanto, se siguen acumulando los indicios de que Kahn se sumará el nuevo año y que luego sucederá a Rumenigge tras una fase de transición. Según dio a conocer el presidente del Bayern, Uli Hoeness, en la semana previa ambos protagonistas hablaron sorprendentemente claro sobre el nombramiento.

Además la relación con el entrenador Niko Kovac pasa por un gran momento, tras 11 victorias alcanzadas en 12 partidos de la Bundesliga. Todavía en otoño pasado el director técnico temía por su cargo.

«Tras el 3-3 contra Düsseldorf nos sentamos a hablar y dijimos que esto no podía seguir así», recordó Rumenigge. «Afortunadamente las dos partes se encontraron una con la otra».

Kovac entretanto cree saber porqué. «Mantuve la calma», concluyó. «En Múnich no siempre es del todo fácil, se habla y escribe mucho. Pero la calma fue el factor decisivo».

Ayer habría sido necesario un triunfo del Bayern por siete goles de diferencia para poder tomar directamente por asalto el liderazgo de la tabla.

Por lo tanto, se habría necesitado aún más que la lluvia de goles de Javi Martínez en el segundo minuto del encuentro, Thomas Müller (11′), Robert Lewandowski (47’/90’+1′ por penal) y Serge Gnabry (75′). Lars Stindl anotó el único tanto del Gladbach en el minuto 37.

«Considerando las posibilidades de gol, podríamos seguro habernos convertido en primeros», manifestó Kovac. Entretanto, parece ampliamente posible que los del Bayern lleguen como líderes al partido del 6 de abril, en el que chocarán con el Dortmund en Múnich.

Pero tampoco habrá burlas en dirección al Dortmund de cara a ese duelo directo entre ambos equipos, advierten los bávaros. «No habrá una declaración de guerra», prometió el guardameta Manuel Neuer: «Siempre transcurrió muy ‘fair’ y así queremos también continuarlo».

Por Holger Schmidt, Roland Leroi y Manuel Schwarz (dpa)