Madrid/Barcelona, 10 nov (dpa) – El Barcelona recibirá mañana al imprevisible Betis en un partido, correspondiente a la duodécima jornada de la Liga española de fútbol, marcado por el posible regreso de Lionel Messi y el indisimulado conflicto con Ousmane Dembélé.
El líder vive pendiente de la vuelta de Messi tras tres semanas sin jugar por una fractura en el brazo derecho. Ya viajó a Milán para el partido ante el Inter, pero finalmente no jugó. Ahora parecen darse todos los ingredientes para su regreso, y más con la lesión muscular de Coutinho.
Lo que sí es seguro es que el Barcelona tiene un problema con Dembélé. Esta semana trascendió que faltó al entrenamiento del jueves y el club tardó hora y media en localizarlo. Cuando lo hizo, argumentó una gastroenteritis que pocos creyeron y hoy su entrenador, Ernesto Valverde, lo eliminó de la convocatoria por decisión técnica.
Lo hizo sin cariño: «Intento hacer lo mejor para mi equipo y para mi club».
A cambio, Valverde recuperó para la lista al central francés Samuel Umtiti tras superar una lesión en el cartílago de su rodilla izquierda que le impidió jugar desde el 28 de septiembre.
El Barcelona superó con plena satisfacción la prueba sin Messi. Tres victorias -incluida el 5-1 ante el Real Madrid- y un empate supusieron un saldo muy favorable durante los partidos en los que no actuó su gran estrella. En este tiempo, encontró una excelente versión de Luis Suárez.
«Ya le ha perdido el miedo a la caída, al apoyo, al forcejeo, y eso es lo principal. Al final eso te lo tienes que quitar de la cabeza porque eso es lo que te va limitando. Le he visto muy bien y él está seguro», explicó Valverde sobre la posible reaparición de Messi.
El Betis atraviesa un momento difícil y está ubicado en la parte trasera de la clasificación tras sumar apenas 13 puntos en 11 jornadas.
Además, el Camp Nou supone un escenario especialmente hostil para el conjunto verdiblanco, ya que las últimas nueve visitas al hogar azulgrana se saldaron con derrotas béticas.
El Real Madrid está a siete puntos del Barcelona y viaja el domingo a la casa del Celta de Vigo con la idea de prolongar la recuperación propuesta desde que Santiago Solari asumió el banquillo blanco tras la destitución de Julen Lopetegui.
«Son tres puntos muy importantes, un partido muy complicado ante un rival que hace cosas muy bien. Hay que estar muy serios para traer cosas de allí. Los veo con esas ganas de ganar. Jugamos todos, cada uno en su función en el club está comprometido para que nos vaya bien», manifestó hoy Solari en rueda de prensa.
El Real Madrid deberá tomar una decisión sobre el futuro de Solari al finalizar el encuentro, pues la Federación Española de Fútbol sólo concede dos semanas para confirmar o no a un técnico interino en el puesto, y ese plazo concluye en Vigo.
El Celta atraviesa un periodo de indefinición, aunque sacó cuatro puntos en los dos últimos partidos para mejorar las perspectivas de Antonio Mohamed, su técnico.
«Es un partido para ratificar lo bueno que estamos haciendo. El empate no nos sirve, tenemos que ganar», afirmó un Mohamed que tendrá que ver el duelo desde un palco al ser expulsado en la anterior jornada ante el Betis.
El día también propondrá un magnífico partido en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla recibirá al Espanyol en un duelo directo entre segundo y tercer clasificado.
El Alavés es otro conjunto ubicado en puestos punteros a pesar de su última derrota 2-1 ante el Éibar y el Huesca le propone una buena perspectiva de rehabilitación.
La jornada dominical se completa con el choque entre Rayo Vallecano y Villarreal, dos equipos con problemas y banquillos muy cuestionados.
Por Alberto Bravo (dpa)