La senadora de FORO, Rosa Domínguez de Posada, tras recibir respuesta del Gobierno a las preguntas formuladas sobre las actuaciones que tenía previstas para atajar los graves problemas de depuración de las aguas en Gijón, después de que la Audiencia Nacional paralizara la estación depuradora de El Pisón, ha manifestado que “el Gobierno se lava las manos en la depuración de las aguas de Gijón y remite la solución a las decisiones judiciales”.
Domínguez de Posada recordó que “a consecuencia de esta decisión judicial, desde el 28 de abril las aguas residuales generadas por una población equivalente a unas 150.000 personas, se vierten al mar sin ningún tipo de tratamiento, si se exceptúan un desbastado y un tamizado previos que equivalen a la retirada de los sólidos de mayor tamaño y también de los plásticos, latas y papeles”.
“El resto, es decir, el material orgánico presente en los colectores de toda la cuenca Este, va a parar de forma directa y sin tratamiento previo alguno a las aguas del Cantábrico, exactamente a 2.400 metros de la playa de Peñarrubia, que es hasta donde llega el emisario submarino”.
El Gobierno ha remitido a Domínguez de Posada una extensa respuesta en la que “remite a decisiones judiciales la solución a los principales problemas de depuración de aguas en Gijón: Se debe destacar -dice la nota del Gobierno- la labor emprendida en pos de la puesta en funcionamiento de la EDAR Este de Gijón pendiente de confirmación por la Audiencia Nacional. Igualmente, se continúa con el cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional de 3 de junio de 2014 en la que se indica la necesidad de subsanar la Evaluación de Impacto Ambiental sin que por ello venga implícita la necesidad de alteraciones en las instalaciones ya construidas”.
Según se concluye tras leer el escrito del Gobierno, “la solución del Ejecutivo a más corto plazo es la puesta en funcionamiento del pretratamiento de la EDAR Este Gijón, que debe ser confirmada por la Audiencia Nacional”. Y respecto a la demolición en el desarenado-desengrasado de La Plantona, indica que “los criterios que llevaron a optar por esta solución fueron técnicos”, concluye Rosa Domínguez de Posada.