Berlín, 21 may (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que es posible introducir modificaciones en una controvertida ley para fomentar el uso de sistemas de calefacción más limpios que los de gas y petróleo, aunque aclaró que el proyecto básico seguirá siendo el mismo.
El jefe del Gobierno alemán declaró en una entrevista que publicaron hoy las cadenas de televisión ntv y RTL que el Parlamento (Bundestag) estudiará si la ley puede precisarse más en algunos aspectos.
«Sin embargo, parto de la base de que no se modificará en su estructura básica. Pero (la ley) debe ser configurada de modo de que nadie se vea sobrecargado económica y socialmente», sostuvo el mandatario alemán al margen de la cumbre del Grupo de los Siete (G7) que se celebró en Japón.
El proyecto de ley aprobado por el Gabinete de Scholz establece que todos los sistemas de calefacción de nueva instalación en Alemania deberán funcionar en la medida de lo posible con un 65 por ciento de energía verde a partir de 2024.
La normativa se aplicará a todos los propietarios hasta los 80 años. No obstante, las calefacciones actuales de gasóleo y gas podrán seguir funcionando y las averiadas podrán repararse. Según el Ministerio de Economía, se concederán subvenciones para reducir el impacto en los hogares con rentas más bajas.
La ley es controvertida en el plano nacional y también en el seno de la coalición de gobierno formada por los socialdemócratas de Scholz, Los Verdes y el Partido Liberal (FDP).
Mientras que los Verdes quieren que se apruebe lo antes posible, el proempresarial FDP se muestra reacio a seguir adelante. Los socialdemócratas quieren que se inicien pronto las deliberaciones parlamentarias y que luego se introduzcan cambios.
Scholz disipó las principales preocupaciones, diciendo que ya no se justifican en vista del borrador en su forma actual. «Se refieren a un borrador que no estaba destinado a publicarse», comentó.
El canciller explicó que lo que ahora sigue es un «procedimiento parlamentario completamente normal», refiriéndose a posibles enmiendas.
La ley ha suscitado gran inquietud, ya que algunos propietarios temen que la prohibición de instalar nuevos sistemas de calefacción de gas y gasóleo pueda disparar los costes.
Por su parte, los liberales exigieron durante el fin de semana que se reconsidere el núcleo del proyecto.
El portavoz de política energética del grupo parlamentario del FDP, Michael Kruse, declaró al diario «Rheinische Post»: «En vista de la reestructuración en la cúpula del ministerio, el ministro (de Economía Robert) Habeck debería proponer un nuevo calendario realista para la ley de calefacción y aprovechar el tiempo hasta entonces para revisarla a fondo».
Kruse hizo alusión a que el secretario de Estado de Energía Patrick Graichen, hasta ahora el principal asesor del ecologista Habeck, debió dejar el cargo tras acusaciones de nepotismo.
A su vez, el investigador del clima Ottmar Edenhofer abogó hoy por abandonar por completo la controvertida ley. La coalición «se ha enredado en la protección del clima», declaró el experto al diario «Neue Osnabrücker Zeitung». «Mi recomendación (…) sería que se tomaran un respiro, dieran un paso atrás y empezaran de nuevo con el (proyecto de) cambio de la calefacción».
Edenhofer abogó por el control a través del precio de las emisiones de dióxido de carboco (CO2), nocivas para el clima. «Dejar que el comercio nacional de emisiones funcione inmediatamente con límites máximos de gases nocivos es más inteligente que una política de prohibiciones».
El experto sostuvo que, mediante la ley de comercio de emisiones de combustibles, podría fijarse un tope de emisiones que encareciera gradual pero significativamente la calefacción con gas. De este modo, se podría limitar el aumento de precios.
«El Gobierno ya tiene todas las opciones legales», dijo Edenhofer, y afirmó que entonces la gente tenderá a cambiar por su cuenta a una calefacción menos intensiva en CO2.
El investigador del clima señaló que a menudo oye decir que los precios más altos del CO2 son políticamente imposibles de aplicar.
«Pero también las normativas detalladas, como la ley de sustitución de las calefacciones, enojan a la gente y son difíciles de aplicar. Una comunicación clara por parte del Gobierno, explicando por qué la calefacción con gas tiene que ser más cara, qué subidas de precios cabe esperar y quién estará protegido de las subidas de precios con qué reembolsos, sería aceptada por la población».