El Ayuntamiento de Cudillero ya está en manos de una comisión gestora, pero la restitución de la normalidad institucional parece una aspiración aún lejana. Y es que el acuerdo plenario alcanzado el viernes únicamente con los votos socialistas va a dar pie a distintas iniciativas que podrían variar de nuevo el rumbo político del concejo. Por el momento, el Gobierno del Principado (PSOE) ha ratificado su disposición a solicitar al Consejo de Ministros la convocatoria de elecciones anticipadas, ya que «es la única solución razonable y, sobre todo, la más democrática».
Estas palabras merecieron ayer el reproche de la portavoz del PP de Cudillero, Carmen Pérez García de la Mata: «Javier Fernández pide para Cudillero lo que no quiere para la región, elecciones anticipadas, y quiere que en la región haya responsabilidad política para aprobar el presupuesto y no la pide para Cudillero, donde no hay presupuesto desde 2008». Por eso, zanjó: «Javier Fernández no se atreve a venir a Cudillero para decir lo que dice desde la distancia».
Pero al margen de consideraciones políticas, la constitución de la comisión gestora no asegura, a juicio de García de la Mata, el final de la crisis en la que se encuentra inmerso el Ayuntamiento de Cudillero desde hace más de un año. De hecho, asegura que «se ha agravado». Y es que, a su entender, se cometieron irregularidades en el procedimiento. Por eso, la dirigente popular confirmó ayer que su formación va a emprender acciones legales.
Al presunto incumplimiento de sentencia, el PP añade la alteración del orden del día de la sesión plenaria extraordinaria celebrada el viernes pasado. La edil portavoz popular, que fue expulsada del Pleno por saltarse el turno de palabra para advertir de la presunta irregularidad, la toma en consideración de las renuncias de cinco exconcejales socialistas y la ratificación de sus sustitutos eran asuntos no reflejados en el índice de la sesión, que es inalterable. «Hubo 18 concejales en una Corporación de 13. No sé si estuvimos en un Pleno o en el juego de las sillas», concluyó Carmen Pérez García de la Mata.