La presidenta de FORO, Cristina Coto, ha manifestado hoy a los medios de comunicación que “el Índice de Precios del Trabajo (IPT) que acaba de publicar el INE señalan que la media española de caída de los salarios entre 2008 y 2014 fue del -0.7%, mientras en Andalucía fue del -4% y en Asturias del -3,8%. Este nuevo índice confirma la dramática situación social de Asturias, a la cabeza de España en caídas salariales y presión fiscal y a la cola en población, reducción de paro y crecimiento económico. Es un dato más que confirma que el modelo para Asturias de Javier Fernández está llevando a la región a un empobrecimiento galopante, medido ahora por el nuevo IPT que nos sitúa, junto a Andalucía, como líder en caída de los salarios entre 2008 y 2014, cinco veces más que la media española”.
Cristina Coto añadió que “el Gobierno del Principado carece de una política industrial que destierre el clientelismo y favorezca la productividad, que es la clave para conseguir niveles salariales como los que presentan las regiones punteras de España como el País Vasco, cuyo IPT es de +3,6%, resultado de apostar por sectores que generan un elevado valor añadido, por la industria con elevado nivel tecnológico. En Asturias Javier Fernández está llevando a cabo una política que obstaculiza la recuperación económica, porque las elevadas cargas fiscales que tienen las empresas lastran su competitividad y frenan una evolución de los salarios al alza. Esto a su vez resta dinero de los bolsillos de los ciudadanos que al final repercute de forma directa en un freno al consumo”.
Finalmente, Cristina Coto advirtió de que “si el gobierno de Javier Fernández mantiene o aumenta los elevados impuestos autonómicos y el Estado no reduce las cargas laborales, las empresas seguirán conteniendo en Asturias las subidas salariales, con lo que el consumo y el ahorro se resentirán, y las familias no percibirán los efectos de recuperación alguna. Es decir, se cercena la leve recuperación. Los datos del IPT son un nuevo aviso a Javier Fernández para abandonar la economía subvencionada e ineficiente y para cambiarla por un nuevo modelo que atraiga capital inversor, que favorezca la competitividad y los beneficios de las empresas para permitir un mayor crecimiento de los sueldos”.