La iluminación es necesaria en cualquier parte del mundo. Sin embargo es provechoso saber de qué forma podemos ayudar a que esta necesidad sea cubierta sin afectar demasiado al medio ambiente. Con la iluminación LED este asunto tiene solución.
Uno de los conceptos que se están manejando hoy con mayor énfasis alrededor del mundo es la sostenibilidad. Esta consiste en lograr que los procesos que se gestionan en el planeta puedan ser productivos causando el menor impacto al medio ambiente con el paso del tiempo.
Elementos como el aumento de la población, la necesidad de producir mayor cantidad de artículos, el gasto energético, etc., son cuestiones que han llevado a los investigadores a desarrollar nuevas tecnologías que ayuden a controlar, en alguna medida, todos estos ciclos.
Las luces LED son una de las opciones que están a la vanguardia en materia energética por su buena capacidad para producir luz, ya que el consumo calorífico es mucho menor. Por esta razón se están utilizando cada vez más en hogares, en el Alumbrado publico, centros comerciales, oficinas, etc.
Reducción de gases y calor
La producción tradicional de energía eléctrica en bombillas fluorescentes o incandescentes utiliza una gran cantidad de electricidad para producir la luz que nos ilumina. Esto conlleva a que la industria energética deba instalar con cada vez más frecuencia nuevas plantas termoeléctricas, que causan daños en el medio ambiente y rompen la armonía de bosques, ríos y fauna, entre otros.
Por otro lado, gran parte de esta electricidad se pierde en el trayecto para llegar a su destino en forma de calor. Esto genera un impacto nocivo sobre la estructura atmosférica, haciéndose protagonista del calentamiento global. Con los LED este asunto queda saldado, pues su necesidad de electricidad es muy baja y su eficiencia es igualmente buena.
Además, hay que considerar la cantidad de lámparas que se colocan en las calles en todo el mundo. Debido a que es un número bastante elevado, su sustitución por sistemas LED puede generar efectos verdaderamente positivos sobre el consumo diario de determinada región.
Aumento del brillo
La iluminación LED posee un brillo superior al de la iluminación tradicional. Esto es beneficioso porque permite que un área que antes necesitaba una cantidad establecida de lámparas ahora pueda permanecer bien iluminada con un número menor, reduciendo de forma evidente el consumo eléctrico.
Pero no solo eso. También tendrá un impacto bastante positivo reflejado en los gastos monetarios, por lo que no sólo el medio ambiente se verá beneficiado.
Por otra parte, estas lámparas para alumbrado público vienen diseñadas con una estructura interna que facilita la distribución de la luz en todas las direcciones, evitando que una zona se vea más iluminada que otra, de las que se encuentren a su alcance.
El mantenimiento
Las lámparas de uso tradicional necesitan cambiarse cada cierto tiempo porque su estructura, tanto interna como externa, tiende a ser muy débil. Con las bombillas LED este asunto queda controlado ya que las mismas tienen un tiempo de vida útil que puede ser hasta 6 veces mayor.
Puede que las lámparas LED tengan un coste superior por toda la tecnología que se hace necesaria aplicar. Sin embargo, hacer un cambio progresivo de las de uso tradicional por estas nuevas, generará un impacto positivo en los gastos generales del área en que han sido instaladas.
Con el uso de luces fluorescentes o incandescentes, el mantenimiento debe ser un asunto constante. Por lo que las compañías prestadoras de servicio se ven obligadas a ejecutar planes de mantenimiento regulares que permitan optimizar el servicio. Con la iluminación LED este asunto se verá controlado de una manera positiva, ya que el mantenimiento puede incluso alargarse a 10 o 12 años.
Por todas estas ventajas, cada vez más zonas están aplicando el uso de la iluminación LED no solo para el exterior, sino también para el interior de las casas. Con la ayuda de todos, en poco tiempo se pueden establecer mejores condiciones para cuidar nuestro planeta.