Tras la celebración del Día de la Mujer son muchas las empresas, instituciones y organismos que vuelven a la normalidad y lo que se reivindica el 8 de marzo luego no se materializa en el día a día de las empresas. Si bien son muchos los avances producidos en las últimas décadas en cuanto a la incorporación de la mujer al mercado laboral, la igualdad salarial o la conciliación familiar, lo cierto es que todavía queda un gran camino que recorrer.
Pero si hay un ámbito que sigue llamando la atención en relación a la presencia femenina es en el número de mujeres al mando de medianas y grandes empresas ocupando puestos de gerencia importantes como la dirección general. Según este artículo de Emprendepyme.net que nos abre los ojos sobre las cualidades de un buen líder empresarial, no existe motivo alguno para que las empresas no se pongan manos a la obra para alcanzar una mayor igualdad en puestos de responsabilidad.
Todo ello a pesar de que en este informe de Grant Thornton «Women in Business: ¿cumplir o liderar?» se afirma que el número de empresas que no tiene ninguna mujer al mando se ha reducido pero que el porcentaje de mujeres en el puesto más alto de una empresa no termina de despegar en número.
Incorporar mujeres a cargos directivos y la gerencia no es solo algo positivo a nivel de igualdad si no para mejorar tu imagen de marca en el público objetivo de la empresa y en el mercado en general. Así que lee este artículo para saber como crear una imagen de marca coherente y positiva donde se incluye este aspecto entre otros muchos, aunque la igualdad de géneros en todos los departamentos y cargos de la empresa es uno de los más destacados.
¿Por qué se debe apostar por una mujer líder en una empresa?
El liderazgo femenino en las empresas resulta tremendamente positivo, y es que incluso existen estudios estadísticos que afirman que las empresas gestionadas y lideradas por mujeres son más rentables que las empresas donde las mujeres no participan en la toma de decisiones. Otros motivos para apostar por las mujeres para los puestos de dirección son los siguientes:
Capacidad de persuasión
Está demostrado que el liderazgo femenino incluye en muchas ocasiones una mayor dosis de persuasión, es decir, de convencer a los empleados a que hagan algo sin llegar a ser algo impuesto. En muchos casos esta capacidad de persuasión se complementa con un liderazgo que es todo un ejemplo para los empleados de categorías inferiores y que resulta inspirador y motivador.
Redes de contactos
Son muchas las estadísticas que demuestran que las mujeres en posiciones de liderazgo tienen una mayor capacidad de tejer redes de contacto, de conectar a los empleados entre sí y de ser más flexible con según qué aspectos que pueden ser delicados, algo que redunda en la imagen que los empleados tienen de la empresa fomentando su actitud positiva y su productividad.
Reconocimiento de logros de los empleados
Las mujeres en posiciones directivas están más abiertas a felicitar y reconocer logros y éxitos entre sus empleados y comunicarlo sin ningún tipo de inconveniente. Esto no quiere decir que los líderes masculinos no lo hagan, pero quizá las mujeres lo exteriorizan en mayor medida. Con ello los empleados se sienten más valorados y dispuestos a luchar por conseguir objetivos más ambiciosos.
Mayor apuesta por la conciliación
Uno de los desafíos más importantes al que tienen que enfrentarse las empresas del siglo XXI es saber trazar planes de actuación para lograr una perfecta combinación entre la vida laboral y familiar de los empleados. Según los datos disponibles, aquellas empresas lideradas por mujeres cuentan con políticas de conciliación más avanzadas, como puede ser con guarderías, horarios flexibles o el teletrabajo cuando sea necesario.
Superar las desigualdades de género en cualquier ámbito laboral es una obligación moral de las empresas pero es quizás en los puestos directivos, con mayor visibilidad, donde las empresas deben dar pasos en firme hacia la igualdad. El liderazgo femenino ha demostrado ser tanto o más beneficioso que el masculino y apostar por la igualdad es una batalla que debe estar presente en todos los ámbitos de la sociedad, pero las empresas deben encabezar esta lucha por el liderazgo femenino.