HUNTINGTON BEACH (EEUU) (dpa) – Quien tiene un coche eléctrico o híbrido no sólo quiere ahorrar combustible y proteger el medio ambiente, sino también mostrar un estatus. Mientras el efecto imagen decrece con el número de matriculaciones, la industria del tuning descubre los vehículos con motores alternativos.
Si se quiere llamar la atención por ejemplo con un Tesla y poco a poco hay más vehículos de este modelo en las calles, hay que ingeniar algo. En California la densidad de autos ecológicos es ya tan alta que el Toyota Prius se puede ver remodelado con puertas que se abren hacia arriba como si se tratara de un Lamborghini, y hay decenas de diseños para darle otro aire al modelo Tesla S.
El tuning más radical lo ofrece la firma Newport Convertible Engineering, basada en Huntington Beach, California: rediseña el sedán eléctrico de Tesla en un cabrio con techo de tela o con techo duro que se recoge en la parte trasera y según afirma, ha recibido ya 100 encargos.
El presidente de la compañía, Al H. Zadeh, no sólo piensa en clientes en Estados Unidos. «Tenemos como objetivo también Europa», afirma sobre una base en Barcelona: «Allí los europeos podrían entregar su sedan y recogerlo ocho semanas después como cabrio». La reconstrucción cuesta a partir de 22.000 euros (más de 30.000 euros).
«El tuning óptico en los coches eléctricos es igual que en los de motor de combustión», dice el experto Thomas Schuster. «Luces especiales, elementos aerodinámicos, modificaciones de las suspensiones, volantes especiales y otras combinaciones de llantas y neumáticos seguro que encontrarán también su mercado en el mundo eléctrico», afirma Schuster, que alerta: «Muchas modificaciones pueden influir en la autonomía del vehículos, lo que hace frenar un poco la euforia».
Las marcas son conscientes de este mercado. En la lista de precios de modelos como el BMW i3 y i8 se encuentran tantas opciones de diseño y equipamiento como para las Series 5 y 7, incluido un set de bolsas a juego de Louis Vuitton. Volvo oferta el V60 Plug-in-Hybrid también como un modelo más radical R-Design. Y Nissan presentó recientemente en Leipzig un paquete «styling» de la firma de tuning Nismo para el modelo Leaf.
Según Nissan, el Leaf no sólo tendrá un aspecto más deportivo con nuevos alerones, faldones y guardabarros y con una rebaja del suelo, sino que también será más dinámico: gracias a una nueva gestión del motor se reduce el tiempo de aceleración de cero a 100 km/h hasta los 10,5 segundos. En algunos países ya se está ofreciendo el paquete de tuning.
La industria, sin embargo, prefiere tomárselo con calma. Aunque Brabus, especialista en Mercedes, construye en cooperación con Daimler su propia variante del Smart eléctrico con un motor que pasa a tener 82 en lugar de 75 caballos, Mercedes niega más opciones extra para otros modelos eléctricos como el recientemente presentado Clase B Electric Drive debido a la escasa venta de unidades, afirma el portavoz Sven Gramm.
Aún más allá va Denise Schuster, de Alpina, firma de tuning asociada a BMW. «Lo más importante para nuestros clientes es la mayor autonomía posible y la máxima velocidad. Los vehículos eléctricos están en ambas categorías muy lejos de las expectativas de nuestros clientes, por ello no tenemos ningún plan para los modelos (eléctricos) BMW-i».
A las marcas de tuning, sin embargo, no les falta conocimiento técnico. Brabus no sólo tuneó el Smart ED, sino que reformó ya hace tres años y con fines de exhibición un Mercedes Clase E eléctrico equipado con cuatro motores en las ruedas que combinados alcanzaban los 435 caballos y hacían acelerar al sedán de cero a 100 km/h en 6,9 segundos y lograr una velocidad máxima de 220 km/h.
La firma Abt, especializada en reformar vehículos de Volkswagen, también tiene suficiente «know-how» eléctrico. Actualmente están reformando 40 modelos Caddy en pequeñas camionetas eléctricas de transporte para el correo, afirma el portavoz de la marca, Björn Marek.
«También tenemos un equipo en la Fórmula E de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo)», dice sobre la competición con coches eléctricos de 270 caballos que se estrena en Pekín en septiembre.
«A través del automovilismo eléctrico trabajamos de forma intensiva en el tema del rendimiento», dice Marek. «De este modo podemos reaccionar rápido en caso de que una demanda análoga para los primeros vehículos eléctricos en serie».
El ingeniero y experto Schuster ve, sin embargo, otro motivo para la contención en el clásico «Performance-Tuning» de vehículos en serie. «Aunque el tuning para elevar la potencia de los autos eléctricos es posible, es mucho más complejo que para conceptos de motor convencionales». Schuster agrega además la dificultades legales para la homologación.
Por Thomas Geiger